Una muestra destaca la huella de las científicas en la vida cotidiana
¿A quién se le ocurrió la idea de los pañales desechables o el limpiaparabrisas de los automóviles? ¿A quién se deben los antibióticos fungicidas o la materia de los chalecos antibalas? Pues a mujeres.
Así se pone de relieve en la exposición La estirpe de Isis. Mujeres en la historia de la ciencia, que aloja hasta el 9 de marzo de 2007 el Museo Nacional de Ciencias Naturales (www.mncn.csic.es), y que ayer fue presentada por la ministra de Educación y Ciencia, Mercedes Cabrera. La ministra y el presidente de L'Oréal España, Luis del Valle, aprovecharon para firmar un convenio de colaboración que incluye bolsas de investigación para jóvenes científicas en España. La empresa de cosméticos organiza junto a la Unesco la exposición, que ha viajado antes por Valladolid, Pamplona, Gijón y Valencia.
El empeño divulgativo de la muestra -que toma su nombre de la diosa egipcia a la que se atribuye haber enseñado a los humanos la escritura y la medicina- hace hincapié en lo llamativo de los inventos, en las aportaciones femeninas al desarrollo y a la innovación de la vida cotidiana, con inventos como los citados o ejemplos como el de Ada Byron King, "la primera programadora de computadoras", o la actriz de Hollywood Hedy Lamarr, que creó en 1941 un sistema de comunicación cifrada.
Pero en la intención de sus promotores está el demostrar que las mujeres se han abierto paso contra viento y marea en los distintos campos de la ciencia y han dejado su huella investigadora en las matemáticas, la biología, la química o la física. Entre las científicas cuya labor se destaca figuran desde Marie Curie y otras titulares de Premio Nobel hasta nombres clave en la ciencia española como Margarita Salas y Carmen Ascaso.
Una veintena de paneles cargados de datos componen la exposición. Se echa de menos la parte interactiva, que se resume en un "crucigrama científico", una larga pared donde los visitantes pueden refrescar sus conocimientos y un panel con una figura de espaldas frente a un microscopio y la pregunta: "¿Te atreves a adivinar su nombre?". Lo escrito en las ciudades por las que ha pasado la muestra, según la comisaria, Victoria Toro, son nombres masculinos.
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