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Residente cancela su presentación en un concierto estatal en Bogotá

El puertorriqueño, quien había sido contratado como artista principal del Concierto por la Esperanza, indica que es “más productivo apoyar a los artistas colombianos”

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Residente durante un concierto en San Juan de Puerto Rico, el 7 de diciembre de 2024.Gladys Vega (Getty Images)
Emma Jaramillo Bernat

Las letras de Residente coinciden, en gran medida, con las políticas del presidente colombiano Gustavo Petro: “cantan al cambio social, a los inmigrantes, a la solidaridad latinoamericana, repudian el genocidio en Palestina, y rechazan el fascismo en el mundo”, según resalta una nota de prensa publicada por el Sistema de medios públicos, RTVC. Esa entidad estatal, con una línea editorial favorable al Gobierno, había elegido al puertorriqueño como invitado central de la tercera edición del Concierto para la Esperanza, que se realizará el 2 de marzo en la Plaza de Bolívar, en Bogotá. No obstante, este jueves el artista ha informado que no asistirá. “En lugar de utilizar el dinero en un evento como este, sentimos que es mucho más productivo utilizarlo para apoyar a los artistas colombianos y su cultura local”, ha explicado en un comunicado.

La decisión de Residente, el nombre artístico de René Pérez Joglar, se da luego de que se hiciera público que el 55% del presupuesto para la realización del evento estaba destinado a pagarle a él y a su equipo. Recibirían 2.185 millones de pesos (unos 530.000 dólares) del total de los 3.965 millones (cerca de 940.000 dólares) que costaría la realización del espectáculo. “No teníamos mucho conocimiento del evento”, ha explicado Residente. “Prometemos que en otro momento haremos una presentación en Bogotá para las personas que no han podido asistir a uno de sus conciertos”, añade el texto, en el que envía un mensaje a los miles de fanáticos que esperaban poder verlo en el evento gratuito.

El artista se presentó el pasado 12 de octubre en Bogotá, en el Movistar Arena, con un costo por entrada de entre 120.000 y 500.00 pesos (de 30 a 125 dólares), más el cargo de servicio. En ese sentido, RTVC ha explicado que lo que buscaba el Concierto de la Esperanza era reunir a cerca de 40.000 personas, en “su gran mayoría jóvenes populares de todas las regiones del país, que de manera gratuita disfrutarían de este espectáculo, que de no ser así, costaría entre 180 y 250 mil pesos por persona”. El concierto que Residente tiene programado en Cali para el 1 de marzo, con boletas de 170.200 y 258.700 presos (unos 45 y 65 dólares), se mantiene en pie.

En Bogotá, el evento había sido promocionado solo con el nombre y la imagen de Residente; no había información sobre quiénes serían los demás artistas. Y tras esta cancelación, el director de RTVC, el exconcejal de Bogotá y periodista Hollman Morris, aún no ha indicado oficialmente qué ocurrirá, aunque ha insinuado, mediante críticos mensajes de X, que el show debe continuar, como lo sugiere esta frase, escrita en mayúsculas: “LA ESPERANZA NO SE CANCELA”.

El anuncio, que se hace en medio de las dificultades que vive el país y de las divisiones al interior de Gobierno, ha dado más vuelo a un debate que fue creciendo a lo largo de la semana sobre qué tan acertado es destinar dineros públicos para conciertos cuando el Estado enfrenta un déficit fiscal y acaba de suspender 12 billones de pesos del presupuesto general. A esto se suma la necesidad de recaudar fondos para atender la crisis humanitaria en la región del Catatumbo, en el nororiente colombiano, donde los enfrentamientos entre el ELN y disidencias de las extintas FARC han dejado cerca de 50.000 personas desplazadas en lo que el mismo presidente Petro ha calificado como “uno de los hechos más dramáticos de la historia contemporánea”.

El concejal de Bogotá Daniel Briceño, del opositor Centro Democrático, fue quien inició la polémica. En una entrevista publicada por Semana el pasado 3 de febrero calificó el Concierto de la Esperanza como “una bofetada”, pues se daba “en el peor momento financiero, en el peor momento fiscal, en el peor momento de seguridad”. Briceño ha sostenido que al elegir a Residente como invitado el Gobierno estaba “haciendo política”; mientras que Morris, uno de los hombres más cercanos a Petro y defensor de promover espectáculos a través de los medios estatales, ha respondido que sabotear la iniciativa es, en cambio, un acto de censura.

“La politiquería, la desinformación y las fake news atacan el Concierto de la Esperanza, por la Dignidad”, se lee en otra nota de prensa publicada por RTVC. En el texto, la entidad argumenta que los recursos para realizar el concierto provienen del presupuesto para 2024 del Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (MinTIC), al que está adscrito, y que “es absolutamente falso y equivocado decir que con los recursos asignados para el concierto se pueda pagar combustible de helicópteros, dotar hospitales o construir escuelas”, ya que “RTVC como sistema de medios públicos no tiene esa misionalidad ni tampoco esas funciones”.

Debido a la forma en la que está estructurada la distribución de los presupuestos dentro del Estado, RTVC sostiene que si esos recursos no son utilizados para este concierto, “serán invertidos en la compra de películas de cine, series y novelas, según las funciones del Sistema de Medios Públicos”. La entidad considera que el concierto no es un despilfarro, sino una inversión en la cultura, pues les permite a muchas personas sin recursos económicos acceder a grandes artistas, además de que impulsa la economía local: “Es un incentivo para que todas las personas puedan acceder a entretenimiento sano y de calidad”, añade.

El primer Concierto de la Esperanza, realizado el 5 de julio de 2024 en la Plaza de Bolívar —el segundo fue en Buenaventura, y contó con la actuación de Julian Marley—, ya había sido criticado porque tuvo un costo de 2.300 millones de pesos, pese a que desde entonces el Gobierno ya hablaba de austeridad. Realizado con la consigna de homenajear a las víctimas civiles de la franja de Gaza, 30.000 personas cantaron bajo una bandera de Palestina gigante, colgada en la entrada del Capitolio. Morris, quien busca superar esa asistencia el próximo 2 de marzo, ahora tiene el reto de encontrar un reemplazo para Residente.

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Sobre la firma

Emma Jaramillo Bernat
Es periodista de la edición de El PAÍS en Colombia. Ha trabajado en 'El Tiempo', como editora web, y en la Agencia Anadolu, de Turquía, como jefe de corresponsales para Latinoamérica. Graduada de Comunicación Social de la Universidad Javeriana de Bogotá y máster en Creación Literaria de la Universitat Pompeu Fabra.
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