Darfur

Rosa Montero (EL PAÍS, 12 de septiembre de 2006) pregunta con tristeza por qué no interesa la tragedia de Darfur. No creo que sólo sea porque en esa región no están en juego los intereses económicos vitales de Occidente, sino también, y sobre todo, porque el verdugo no es Israel o el imperialismo norteamericano. Vamos a ver ¿quién salió a la calle para manifestarse contra el bombardeo de Afganistán cuando las bombas eran soviéticas? Y recordemos de paso que aquella guerra sucia (tan sucia como la de Vietnam) originó un movimiento de solidaridad combatiente en todo el mundo musulmán que a su vez dio a luz a Al Qaeda. Y ¿quién manifestó su indignación cuando Sadam Husein exterminó con armas químicas a poblaciones kurdas? Nadie, porque los que suelen salir a la calle son los que se proclaman "progresistas" y éstos sólo tienen un enemigo que no es la guerra o la dictadura y las violaciones de los derechos humanos, sino EE UU y sus aliados. Por lo cual todos los horrores de los que éstos no son responsables no interesan. Así es como el régimen sudanés está llevando a cabo una limpieza étnica a gran escala (de la que Darfur es el último episodio), que ya se ha cobrado un millón de muertos, sin que a nadie le quite el sueño. En resumidas cuentas, para que las víctimas sean dignas de interés hay que aconsejarles que soliciten la enemistad de EE UU e Israel.