El Ejecutivo dice que erró al acudir a un homenaje al marroquí Mizzian

El Gobierno reconoció ayer, en términos velados, que se equivocó al enviar a una representación oficial a la inauguración, el 27 de mayo en Nador (Marruecos), de un museo privado dedicado al general Mohamed Mizzian, un militar rifeño que se sublevó con Francisco Franco en 1936 y destacó por la brutalidad de su represión durante la Guerra Civil.

"Es evidente que (...) no se evaluó suficientemente, por parte de las autoridades competentes, el significado político del mismo para importantes sectores de la opinión pública española, que tienen una visión distinta y negativa de la figura del mariscal Mizzian, en especial de su participación en las fuerzas militares que se sublevaron contra el Gobierno legalmente constituido de la Segunda República", señala una respuesta del Gobierno al diputado parlamentario de CiU, Carles Campuzano.

Preguntado en junio por la prensa, el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, contestó que la delegación estuvo presente porque "había sido invitada". La representación española estuvo encabezada por Luís Planas, embajador de España en Rabat y el teniente general Rafael Barbudo, segundo jefe de Estado Mayor del Ejército. Formaban también parte de ella el comandante general de Melilla y el coordinador de la cooperación española en Marruecos.