_
_
_
_
Reportaje:

Portugués nacido en Badajoz

Un convenio facilita que mujeres del Alentejo den a luz en Extremadura

"Hola, soy Tomás, peso 3.800 gramos y soy portugués, aunque nací el martes en Badajoz". Más o menos eso es lo que diría, si alguien se lo preguntara y él hablara, esa tierna y oronda criatura de la foto. Ese bebé es el último niño portugués nacido en el Hospital Materno-Infantil pacense gracias al convenio sanitario firmado por las autoridades extremeñas con Portugal. Desde el 16 de junio pasado, han nacido ya 64 crianças luso-españolas en Badajoz, a razón de casi una por día. Son los bebés de la raya (la frontera), que renuevan y alargan con toda naturalidad la sólida costumbre de intercambio comercial, lingüístico, cultural, laboral, gastronómico, etílico, televisivo y sexual que preside las relaciones entre los dos lados de la raya desde hace mucho tiempo.

La vieja maternidad de Elvas fue cerrada en junio por orden de las autoridades sanitarias lusas

La madre de Tomás, Maria João Leria, cuenta que ella nació y vive en Elvas, la bonita ciudad blanca de 15.000 habitantes situada sólo a 10 kilómetros de Badajoz. "Siempre venimos de compras, los de Elvas hacemos mucha vida aquí. Casi todo es más barato, la ropa, la comida, la gasolina, ¡los pañales!, y hay más tiendas que allí", explica Leria.

Tomás es el primer hijo de Maria, pero cuando hubo que decidir dónde tenerlo, no lo dudó. Pudo ir a Évora, pero estaba mucho más cerca Badajoz. "Desde el principio me atendió un ginecólogo privado español, pero como no tenía seguro médico, decidí tenerlo por la Seguridad Social. Todo ha ido fantástico, me han tratado muy bien", contaba ayer Maria en su luminosa habitación 308, individual como todas las del Materno-Infantil. Tomás será registrado hoy en Badajoz y en Elvas. ¿Que si será portugués o español? "Cuando cumpla 18 años podrá tener las dos nacionalidades o elegir una. Yo creo que eso le ayudará a tener un futuro mejor".

Aunque hubiera querido, Maria no habría podido tener a Tomás en Elvas. La vieja maternidad, que atendía también a la población de Campo Mayor, fue cerrada en junio por una orden ministerial. Las habitaciones eran colectivas, de tres o seis personas. Pero el problema era otro: no había medios humanos para cumplir las normativas de la UE que exigen 24 horas de atención médica extensiva. Aunque muchos galenos españoles se pluriempleaban desde Badajoz haciendo guardias e imaginarias.

Portugal, que abona unos 2.000 euros por parto como media, sufre hace años un grave déficit de médicos y enfermeros, y según el último censo hay al menos 5.000 profesionales españoles de salud trabajando en el sistema sanitario luso (una oferta irrechazable porque cobran más que en España). El Gobierno ha clausurado tres maternidades más en diferentes puntos del país y planea más cierres. La medida, que es tanto preventiva como de ahorro, ha suscitado algunas quejas. Cosa que no entiende el alcalde socialista de Elvas, José Antonio Rondão Almeida: "La seguridad de las madres y los niños es mucho más importante que cualquier argumento aldeano que se pueda invocar. Pero en nuestro caso la discusión ni siquiera ha existido. Extremadura y el Alentejo formamos una pequeña eurorregión muy bien avenida".

Lo creen también los gerentes sanitarios extremeños Avelino Ortiz (director médico del complejo hospitalario de Badajoz) y Francisco Gamito (subdirector del Materno-Infantil), que explican con orgullo que, desde junio, el Materno-Infantil, que da trabajo a unos 600 sanitarios, ha atendido ya de forma programada a 210 portuguesas "grávidas".

Nada especialmente novedoso, por otra parte, pues Gamito confirma que muchas mujeres venían ya hace tiempo a parir a Badajoz desde Portugal: "Ingresaban por urgencias y les atendíamos con normalidad".

Para este médico sevillano residente hace 24 años en Badajoz, "lo único que ha cambiado es que ahora está todo previsto: les ofrecemos un seguimiento prenatal, la ecografía de las 22 semanas, el control de las 35-37, opción de parto con o sin epidural, neonatología...".

Maria João Leria, con su hijo, en el hospital de Badajoz.
Maria João Leria, con su hijo, en el hospital de Badajoz.GONÇALO FERNANDES

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_