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Análisis:
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Los altibajos de un cineasta que se mantiene entre los 'raros'

Con su primera película -Cabeza borradora (1976)-, David Lynch ya se hizo con un lugar preferente en la clasificación de "los raros", Sus raquíticos pollos asados rezumaban un líquido espeso y negruzco, sus bebés eran monstruosos, su sonido era obsesionante, y su trama, vagamente comprensible. Mel Brooks, al descubrir la película, decidió que ya tenía director para su proyecto de El hombre elefante (1980). No se equivocó. Lynch fabricó, de nuevo en blanco y negro, una versión moderna de los Freaks de Browning.

Los grandes cineastas no logran serlo si en su trayectoria no hay tropezones importantes. Dune (1984) es ese tropezón. La película sigue siendo rara porque raro es el mundo que nos presenta, pero el montaje impuesto por De Laurentiis impide que cuaje la atmósfera que buscaba Lynch. En cambio, con Terciopelo azul (1986), el cineasta vuelve a dar en el clavo. La historia transcurre en unos Estados Unidos idealizados, de postal, pero detrás de esa superficie optimista encontramos a una chica que canta canciones tristísimas y que es adicta al masoquismo. Inolvidable la blancura de la carne de Isabella Rossellini, corriendo desnuda y llorosa por un jardín, el mismo en el que empieza todo, a través de una oreja cortada en la que se sumerge la cámara de Lynch.

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Disparate para cabezas obsesivas

El serial televisivo Twin Peaks (1992) le convierte en un cineasta popular, sin abandonar las rarezas. Crímenes inexplicados, ninfómanas malvadas y galanes improbables conviven en el embrollo junto a un monstruo o fantasma. Mulholland Drive (2001) tenía que ser la primera piedra de otra serie, pero sólo se ha quedado en un filme suntuoso e inquietante, con unas heroínas con un poder de seducción venenoso. Canción sublime cantada en play back por un travestí y estructura de pesadilla. Entremedio, como un error formidable, The straigth story, una historia verdadera (1999) es un relato lineal y emocionante de un anciano que atraviesa EE UU en un minitractor.

Con el tiempo, Lynch se ha fabricado un aire de hijo de James Stewart. Su aspecto afable, su abundante cabellera gris y su políticamente incorrecto cigarro en la boca son incongruentes como elementos identificatorios del más atrevido de los cineastas estadounidenses.

Su especialidad es descubrir lo que hay de inquietante en lo que parece una realidad plácida, los monstruos que se ocultan detrás de imágenes idílicas. Los cuatro cortometrajes que realizó entre 1967 y 1974 son un buen prólogo de su obra, marcada por preocupaciones ecológicas, por su amor por el rock, su conocimiento de la pintura moderna y la obsesión, filtrada por el sentido del humor, por el dolor y la muerte.

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