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La situación en Oriente Próximo

El Ejército italiano inicia el despliegue de los 'cascos azules' en el sur de Líbano

Los responsables de la misión afirman que es alarmista decir que es la más peligrosa del mundo

Guillermo Altares

Cientos de soldados italianos comenzaron ayer a tomar posiciones en Líbano tras desembarcar en Tiro, la principal ciudad del sur del país. Son los primeros refuerzos de envergadura que reciben los cascos azules desde el alto el fuego decretado hace tres semanas. Aunque el mal estado de la mar restó espectacularidad al desembarco, la llegada de las tropas significa que comienza a tomar cuerpo la resolución 1.701, que prevé que la Fuerza Interina de las Naciones Unidas en Líbano (FINUL) pase de 2.000 a 15.000 efectivos en las próximas semanas.

[El pasado miércoles, el líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, declaró que "La operación de Líbano mete a España en el peor escenario bélico"].

Mientras supervisaban el principio del despliegue, los máximos responsables de la FINUL, el general francés Alain Pellegrini y el secretario general adjunto para Operaciones de Mantenimiento de la Paz de la ONU, Jean-Marie Guehenno, afirmaron que "son muy alarmistas" aquellos que aseguran que la misión es la más peligrosa del mundo. "La fuerza armada no lo puede arreglar todo, este tipo de misiones deben apoyarse siempre en un proceso político como en Congo, Liberia, Sierra Leona, Kosovo... Nos encontramos en muchos lugares que no son fáciles", señaló Guehenno a unos metros de la playa.

"Debemos olvidar la anterior FINUL; la anterior FINUL ha muerto. Ésta es una nueva misión, reforzada con nuevas reglas de enfrentamiento", dijo por su parte el general Pellegrini, mientras los helicópteros iban y venían desde los cinco buques italianos, entre ellos, el portaaviones Garibaldi, situados frente a las costas de Tiro y Naqura, una localidad muy cerca de la frontera con Israel, donde se encuentra el cuartel general de los cascos azules.

Durante la jornada de ayer desembarcaron unos 450 soldados, que fueron tomando posiciones en la primera base que tendrán los soldados italianos, en la zona occidental, al sur del río Litani. Hoy se espera que se desplieguen otros tantos. Italia, con 3.000 efectivos, es el mayor contribuyente de la FINUL reforzada, por delante de Francia, con 2.000 soldados, de los que ya han llegado unos 200, y de España, con 1.100.

En la estrecha franja entre el sur del río Litani y la frontera con Israel, la llamada Línea Azul que tiene unos 120 kilómetros de largo, se han desplegado también 15.000 soldados libaneses. El Gobierno israelí no retirará las tropas que mantiene en la zona, arrasada por su artillería y aviación durante el conflicto, ni levantará el bloqueo con el que ahoga al país desde hace 50 días hasta que considere que hay sobre el terreno suficientes tropas internacionales.

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Soldados experimentados

Los militares italianos pertenecen a los regimientos San Marco y Lagunari. La mayoría de ellos ha pasado al menos dos veces por Irak y sus regimientos tienen una larga experiencia en misiones de paz: desde Líbano en 1982 hasta Somalia, Bosnia, Kosovo... "Es una misión como las otras y esperamos cumplir sus objetivos. Hemos venido aquí para hacer nuestra labor", explicaba el capitán Umberto Bussolini, en la puerta del hotel más lujoso de Tiro.

En Naqura, el Ejército italiano comenzó a desembarcar unos potentes blindados para el transporte de tropas, que recorrieron los 20 kilómetros que separan esta localidad de Tiro entre los saludos de los habitantes de la zona, que reciben con esperanza a las tropas internacionales, pero también con escepticismo. La FINUL, la misión con más bajas de la historia de la ONU, lleva en el sur de Líbano desde 1978 y los cascos azules se han limitado a observar las guerras sin poder hacer nada.

El general Pellegrini y el diplomático Guehenno insistieron en que el nuevo mandato de la FINUL, así como la posibilidad de defenderse y de defender a civiles, cambia mucho las cosas. Sobre el desarme de Hezbolá, uno de los temas más espinosos, Pellegrini aseguró: "Nuestra misión es mantener, sin más armas que las nuestras y las del Ejército libanés, una franja muy concreta, y vamos a cumplirla".

Los primeros <i>cascos azules</i> italianos del contingente de la ONU desembarcan en las playas de Tiro, en el sur de Líbano.
Los primeros cascos azules italianos del contingente de la ONU desembarcan en las playas de Tiro, en el sur de Líbano.ASSOCIATED PRESS

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Sobre la firma

Guillermo Altares
Es redactor jefe de Cultura en EL PAÍS. Ha pasado por las secciones de Internacional, Reportajes e Ideas, viajado como enviado especial a numerosos países –entre ellos Afganistán, Irak y Líbano– y formado parte del equipo de editorialistas. Es autor de ‘Una lección olvidada’, que recibió el premio al mejor ensayo de las librerías de Madrid.

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