"Tenía ganas de hablar de sexo como lo hacen los adultos"
Bieito y Echanove triunfan con 'Plataforma' en Edimburgo
Aplausos prolongados, cinco estrellas en la primera crítica publicada y un premio para el actor Juan Echanove en su debut en el Festival Internacional de Edimburgo. Calixto Bieito, veterano del certamen, llegó nervioso al estreno mundial de Plataforma, su adaptación de la polémica novela de Michel Houellebecq, pero anteanoche salió del teatro Royal Lyceum convencido del éxito de la obra. "Tenía ganas de hablar de sexo como lo hacemos los adultos en la vida real. Y estoy muy contento con el resultado", afirmó Bieito en la capital escocesa.
"Es una obra dura, con pornografía pero también con cierto sentido del humor", explicó el director del teatro Romea de Barcelona sobre Plataforma, que ha llevado a escena como "regalo de despedida" de Brian McMaster en su último año como director del Festival Internacional de Edimburgo. La obra se estrenará el próximo día 15 en el Auditori Atrium Viladecans, en Barcelona.
La pornografía no se hace esperar. El negro estrado del Royal Lyceum se ilumina con imágenes de fornicación y ruda penetración sexual en una hilera de monitores. Se escucha una voz confesional, aún en la penumbra, hablando irreverentemente de su padre. Es el protagonista, Michel, al que Juan Echanove conducirá con férrea soltura por el laberinto del placer sexual hasta tropezar con el amor y reencontrarse con la soledad.
En escena, Michel se masturba, rememora encuentros sexuales con prostitutas y momentos de extremo placer con su inesperado amor, Valerie, en la figura de la actriz Marta Domingo. Solo o acompañado alcanzará el orgasmo en cuatro o cinco ocasiones. "Me siento liberado, pero he perdido la libido con tanto porno y contacto con el sexo. Ya nada me pone cachondo en la vida real, salvo que me digan que me quieren", confesaba el actor la noche del estreno. Su interpretación fue impecable y le ha garantizado un angel, uno de los premios que concede semanalmente el diario escocés The Herald entre los artistas participantes en los festivales de Edimburgo.
Asusta Echanove al mostrar su cara tras una cristalera. Está viendo filmes porno en un entramado de locutorios individuales, eje divisorio de un decorado con dos secciones contrapuestas. A un lado, sillones de cuero y lámparas rojas. Al otro, un piano de gran cola y superficie imitando la piel de tigre. Van surgiendo otros personajes, entre ellos una joven monumental que pasea desnuda como un espectro. Seguirá en cueros toda la función, adoptando distintos personajes en esta trama sobre el turismo sexual del varón occidental en Tailandia.
"Pensé que el desnudo me resultaría problemático", dice Belén Fabra, la actriz que encarna a la enigmática figura creada por Bieito en su adaptación de Plataforma. "Soy muy pudorosa, ni hago top less en la playa, pero me ha encantado la experiencia. Disfruto con el proceso de mi personaje. Es un gustazo trabajar con Calixto. No creía que fuera tan buen director de actores. Deja margen de libertad, pero tiene muy claros los límites que persigue y te conduce a ellos respetuosamente", afirma Fabra en su primer trabajo con Bieito.
La adaptación está impregnada con ecos de David Lynch. "Sí, es un referente que tuve presente. En concreto, la película Mulholland drive", confirma el director. "Plataforma para mí es una obra sentimental y melancólica. Muestra la contradicción entre la aspiración a la felicidad y la insatisfacción. Así son nuestras vidas, y desde luego yo tengo muchísimos momentos de felicidad y otros de infelicidad", argumenta Bieito.
Cursis golpes de karaoke, cantados en directo por los actores, levantan el montaje del abismo depresivo. También de los negativos comentarios sobre el islam que se recogen en la novela y en la adaptación. "La gente me decía que no los incorporara. No tengo miedo porque el texto no es antiislamista ni insulta a ninguna cultura. Habla en contra del fanatismo y del monoteísmo", advierte. "Soy bastante traidor con la novela, pero quizá la traición es la única manera de ser fiel al espíritu de la obra", añade.
A grandes rasgos es una adaptación leal, llevada a escena en Edimburgo en castellano. Avanza en círculos y amalgama los personajes en siete voces del texto original. "Mi visión es más romántica que la de Houellebecq", advierte Bieito. "Estoy traicionando a su protagonista. En la novela es un tipo gris, aburrido. El Michel de Juan es más humano, más emocional y más de carne y hueso".En escena, Michel se masturba, rememora encuentros sexuales con prostitutas
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