Alatriste desenvaina en las pantallas

El sol no se había puesto y unos potentes focos ya iluminaban la Gran Vía madrileña. Desde las seis de la tarde de ayer todo el dispositivo estaba listo para el estreno del año, el de la película Alatriste, dirigida por Agustín Díaz Yanes y protagonizada por Viggo Mortensen, la estrella de Hollywood que aportó glamour americano a la noche. Un pletórico Mortensen agradeció la respuesta del mundo del cine al estreno de la película y sólo se mostró extrañado por la ausencia de uno de los invitados que esparaban y no acudió: "Estamos aquí todos, ha venido mucha gente y sólo echo de menos a Pedro Almodóvar, me hubiera gustado verle aquí disfrutando de nuestra película". El director de la película, Agustín díaz Yanes, expresó su "gran emoción" por el estreno. "Estoy muy feliz, la verdad, han venido muchos amigos, Fernando Trueba, Cristina Huete, José Luis García Sánchez... y agradezo sobre todo al presencia del presidente del gobierno y su mujer, soy un fan de ellos".

El multitudinario estreno, organizado por el equipo de DYP, contó con 50 guardias de seguridad que trajeados de oscuro y con corbata roja delimitaban los márgenes de la alfombra desde primera hora. En el Palacio de la Música, en la Gran Vía madrileña, cuyas tres salas fueron habilitadas para la primera gran proyección de la película, se encontraba buena parte del Gobierno. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, acudió acompañado de su mujer, Sonsoles Espinosa. Junto a ellos, Carmen Calvo, ministra de Cultura; Miguel Ángel Moratinos, de Exteriores, y José Montilla, en una de sus últimas apariciones como ministro de Industria. Alberto Ruiz Gallardón, alcalde de Madrid, coincidió en el estreno con cineastas y escritores como David Trueba y Ray Loriga. Sin embargo, fue significativa la ausencia de notables del Partido Popular. Ninguno de sus dirigentes apareció.

El tráfico de la Gran Vía quedó bloqueado en medio de la oleada de curiosos, periodistas y el séquito de actores y políticos. En cuestión de alfombra se optó por el negro en sustitución del clásico rojo, quizá más apropiado para hablar de una etapa oscura, pero también brillante, de la historia española: el siglo XVII. Durante un par de horas, la alfombra permaneció plastificada para evitar desperfectos.

Antes de la llegada del equipo de la películas y de los invitados., cientos de fans se agolparon tras las vallas, en su mayoría jóvenes que aseguraban llevar plantados allí durante horas. "Por Pérez-Reverte y por Viggo", decían. Numerosos ejemplares de las novelas en las que se ha inspirado la pelícu-la basada en las obras de Arturo Pérez-Reverte circulaban de mano en mano. Cuando el plástico de la alfombra fue retirado, un carril de la acera derecha de la Gran Vía ya había sido cortado.

En la batalla de anoche, las lanzas y las espadas fueron sustituidas por las cámaras de los más de 140 periodistas acreditados. Frente a ellos posaron políticos como el socialista José Blanco, secretario de Organización del PSOE; periodistas como Iñaki Gabilondo o Mercedes Milá. El director de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha, también fue de los primeros en llegar. El cineasta Fernando Trueba acudió acompañado por la actriz Pilar Bardem, vestida de riguroso negro. El poeta Luis Antonio de Villena lució modelo nuevo de gafas azules.

Díaz Yanes iba de traje gris y camisa negra y a la cita de anoche este gran aficionado de los toros, hijo de un banderillero, había invitado a un buen número de toreros, entre otros, Enrique Ponce, Curro Romero y Cayetano Rivera Ordóñez. "Entre calé y calé no vale la pena la remanguillé", ésas son las palabras que el director recordaba que Juan Belmonte le dijo a su padre.

Díaz Yanes estuvo anoche acompañado de toda su tropa: Ariadna Gil (vestida por la diseñadora mallorquina Kortana), Eduardo Noriega, Elena Anaya (con un vestido de Gucci plateado), Javier Cámara, Enrico Lo Verso y Blanca del Portillo (un traje pantalón de Pedro del Hierro), que se mostraron satisfechos con el resultado de la película.