Los islamistas de Somalia abren un campo de entrenamiento internacional
Expertos paquistaníes y afganos enseñarán tácticas militares
El poderoso movimiento islamista de Somalia puso ayer en funcionamiento un campo de entrenamiento que contará con instructores extranjeros procedentes de Eritrea, Afganistán y Pakistán. La presencia de éstos apunta a lo que muchos temen: la creciente internacionalización de una crisis que ha dividido este país del Cuerno de África y amenaza la débil autoridad de su Gobierno interino. El líder islamista Hassan Dahir Aweys asistió a la apertura del campo de entrenamiento, que tendrá capacidad para la formación de más de 600 milicianos islamistas en Hilweyne, al norte de la capital somalí.
"Aquí estudiareis tácticas militares, porque vosotros estáis llamados a defender vuestro país aplicando la moralidad islámica", dijo Aweys a los militantes islamistas que recibirán entrenamiento. Testigos presenciales identificaron a los instructores como extranjeros procedentes de Eritrea, Pakistán y Afganistán.
Estados Unidos ha expresado precisamente sus temores de que Somalia se pueda convertir en un refugio seguro para el terrorismo internacional. El Gobierno de Washington ha incluido a Aweys en la lista de personas asociadas al terrorismo, aunque éste ha negado tener vínculos con Al Qaeda.
No obstante, los expertos en materia de seguridad consideran que algunos líderes de su milicia se entrenaron en Afganistán y dieron cobertura a los terroristas de Al Qaeda que intervinieron en la voladura de un hotel de propiedad israelí en Kenia en 2002 y en un ataque fallido contra un avión israelí el mismo día también en Kenia.
Medios diplomáticos temen que Somalia pueda convertirse asimismo en campo de batalla de Etiopía y Eritrea, y consideran que países como Libia, Irán y Egipto han entrado allí en liza de manera imperceptible. Eritrea ha venido negando cualquier implicación en Somalia, pero un informe del Consejo de Seguridad de la ONU mantiene que ha enviado repetidamente armas a las milicias islámicas.
Paralelamente, los islamistas dijeron que soldados etíopes y un señor de la guerra aliado del Gobierno han tomado una ciudad cerca de la frontera etíope, provocando el riesgo de nuevos enfrentamientos. "Etiopía y sus aliados han tomado Bandiradley", indicó el portavoz islamista Mohamed Agaweyne, en alusión al señor de la guerra somalí Abdi Awale Qaybdid. La ciudad de Bandiradley está situada a unos 30 kilómetros al oeste de Galkayo, ciudad natal de Qaybdid, y a 25 de la frontera.
Etiopía ha negado en diversas ocasiones el envío de soldados al territorio de su anárquico vecino, alegando que tales informaciones son pura propaganda islamista. Sin embargo, hay testigos que hablan de miles de soldados que han entrado en el país desde el pasado mes de julio para apoyar al Gobierno, y Etiopía tampoco mantiene en secreto el hecho de que ha concentrado tropas a lo largo de su frontera con Somalia.
Los islamistas somalíes, que ocuparon Mogadiscio y territorios claves del sur del país el pasado mes de junio después de neutralizar a los señores de la guerra apoyados por Estados Unidos, se han negado a negociar con el Gobierno somalí hasta que los soldados etíopes abandonen el país.
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