Italia exige a Israel que deje de disparar si quiere una fuerza internacional en Líbano

Italia exige garantías para encabezar la nueva misión de la ONU en Líbano. La primera, que Israel respete rigurosamente el alto el fuego. La segunda, que los otros miembros de la Unión Europea aporten tropas y un firme apoyo político. La reunión que los ministros de Exteriores de la UE y el secretario general de la ONU, Kofi Annan, celebrarán el viernes en Bruselas debe dar la señal de partida para que unos 2.500 soldados italianos y unos 5.000 de otros países europeos, entre ellos España, emprendan el viaje a Líbano.

Massimo D'Alema, ministro de Asuntos Exteriores y vicepresidente del Gobierno, fue rotundo en unas declaraciones al diario La Repubblica: "De Israel esperamos un compromiso renovado, y esta vez realmente vinculante, de respetar el alto el fuego. Es justo exigir que Hezbolá deponga las armas, pero no podemos enviar nuestros soldados a Líbano si el Ejército israelí sigue disparando". El primer ministro israelí, Ehud Olmert, fue precisamente uno de los primeros en pedir a Italia que encabezase la fuerza de paz. El pasado lunes, el Ejército israelí mató a tres milicianos de Hezbolá en la localidad fronteriza de Shama. Los soldados alegaron que los guerrilleros islámicos pusieron en peligro su vida y que por este motivo les dispararon.

El otro vicepresidente del Gobierno italiano, Francesco Rutelli, especificó, por su parte, la necesidad de respaldo europeo. "Es indispensable que se comprometa toda la comunidad internacional y es indispensable el apoyo rotundo de la Unión Europea y de cada uno de sus 25 miembros", declaró Rutelli. "Se trata de una misión crítica, difícil, sujeta a muchas incógnitas; no tenemos ninguna intención de marchar hacia Líbano entre el aplauso general para encontrarnos solos al cabo de unos meses", añadió.

Italia recibió ayer otra declaración de respaldo a su previsto protagonismo en la misión de la ONU: el presidente ruso, Vladímir Putin, telefoneó a Romano Prodi para expresarle su pleno apoyo. El ministro de Defensa, Arturo Parisi, comentó que todo ese aliento internacional era muy útil, pero resumió la cuestión esencial con una pregunta: "¿De cuántas botas de otros países dispondremos sobre el terreno?".

D'Alema explicó que Italia está dispuesta a aportar "entre 2.000 y 3.000 efectivos", equivalentes a "un tercio de las tropas totales europeas", que deberían situarse entre 6.000 y 9.000, dentro del total de 15.000 previsto por la ONU. El ministro italiano afirmó que con los italianos habrá españoles, escandinavos, belgas, holandeses y alemanes, y que los franceses, que hablaron en principio de 2.000 soldados y luego de sólo 200, tendrían también "una presencia importante".

Una segunda resolución

Los países de la Unión Europea mantendrán hoy en Bruselas un primer encuentro tras el alto el fuego en Líbano, en el que tratarán de coordinar el envío de tropas europeas. A la reunión le seguirá otra el próximo viernes, en la que los ministros de Exteriores europeos debatirán junto con el secretario general de la ONU, Kofi Annan, la composición y funciones de la Fuerza Interina de Naciones Unidas para Líbano (FINUL), así como la posibilidad de aprobar una nueva resolución que regule el funcionamiento de las tropas, tal como propuso el lunes el presidente de EE UU, George W. Bush.

La idea es que en la reunión de hoy en Bruselas, convocada por Finlandia, país que preside este semestre la UE, cada socio ponga sobre la mesa cuántos soldados y para qué está dispuesto a aportar al dispositivo multinacional. "La idea es tener una visión general de hasta dónde los países de la UE están dispuestos a contribuir. Pretendemos que los compromisos sean lo más amplios posibles. Lo urgente ahora es maximizar la contribución", sostienen fuentes diplomáticas finlandesas próximas a la organización del encuentro y que indican que en principio las conversaciones se ceñirán a la resolución 1701, adoptada a mediados de agosto y que establece las condiciones del alto el fuego.

La cuestión de un nuevo mandato de Naciones Unidas sí se abordará, sin embargo, plenamente el viernes. Francia cuestionó la pasada madrugada la idea de EE UU de lanzar una segunda resolución en la que se aborde la cuestión del desarme de la milicia Hezbolá y se definan las reglas de enfrentamiento, informa Sandro Pozzi desde Nueva York. París la considera prematura políticamente y advierte de que podría retrasar aún más el proceso de despliegue de los cascos azules. El embajador estadounidense ante la ONU, John Bolton, afirmó que la conveniencia de que haya una segunda resolución está "fuera de dudas", porque el desarme de Hezbolá es algo que no viene recogido con detalle en la 1701.