Google encuentra el éxito también en Bolsa
El buscador cumple dos años en el mercado con una subida del 355%, pero su cotización sufre fuertes oscilaciones
Google está de aniversario. Hace 10 años que sus fundadores comenzaron a trabajar en el buscador, y hace dos que la compañía salió a Bolsa. Su valor en el mercado, que entonces parecía muy elevado para una simple web (85 dólares por acción), se ha disparado un 355%, hasta rondar los 388 dólares. Google ha lanzado decenas de productos en todo tipo de negocios, lo que ha alimentado su valor, pero su inusual modelo de cotización, que incluye no ofrecer previsiones, lo ha dejado en manos de los analistas. Las dudas ahora son si puede alcanzar los 500 dólares por acción, como especulan algunos expertos, o si sucumbirá a las oscilaciones que registra el valor cuando decepciona a Wall Street.
La empresa perdió el 16% de su valor el pasado enero, cuando ofreció unos resultados por debajo de los esperados por los analistas
La escalada bursátil de la compañía se debe, en buena parte, al de su modelo de negocio, y a su ansia por comprar y lanzar productos
Los sesudos análisis realizados por los expertos antes de que Google saliera a Bolsa situaban su valor entre los 1.500 y 2.000 millones de dólares. El día que finalmente debutó en el parqué, el 19 de agosto de 2004, valía 28.000 millones. Ahora, su capitalización bursátil ronda los 120.000 millones. Lo cierto es que el despiste de los analistas es achacable, en buena parte, al propio buscador, que cometió muchos errores al salir a Bolsa, entre ellos una entrevista de los fundadores a Playboy en plena operación, una emisión irregular de acciones para empleados y consultores que no fue declarada y la elección de un complejo sistema de subasta para empezar a cotizar. Pero lo cierto es que nadie podía prever que la acción de Google terminara rondando los 400 dólares. "Este valor es uno de los que mejor se han comportado en los últimos dos años", confirma Youssef Squali, director de la compañía de análisis bursátiles Jefferies & Co, en Nueva York. Google ha ganado un 355% en este periodo, y ha llegado a valer 471,63 dólares (el 11 de enero de este año).
El éxito bursátil de Google se debe, en buena parte, al de su modelo de negocio. Es el principal buscador de la Red, con 380 millones de usuarios al mes. Su cuota en EE UU, su principal mercado, es del 49% (según datos de Nielsen NetRatings), y no para de crecer, ya que era del 48% en enero. Tiene 7.942 empleados, y hace negocio en 112 países. En los últimos resultados publicados, los del segundo trimestre, ingresó 2.460 millones de dólares, un 77% más que el año anterior, mientras que sus beneficios se duplicaron, hasta los 721 millones.
Otra de las razones que explican la escalada del valor es el ansia inmensa que muestra la compañía californiana por comprar y desarrollar productos. En estos dos años ha mejorado su buscador con nuevas funciones (vídeos, música...); ha lanzado, entre otras cosas, un buscador para el escritorio del ordenador, un sistema de correo electrónico, un gestor de fotografías, una red sin hilos (wi-fi), una web financiera y un sistema de pagos online; ha anunciado acuerdos con Bellsouth, Viacom, Sun, AOL o News Corp, y ha comprado empresas como Keyhole Corp y Urchin. Su última gran operación ha sido la inversión de 900 millones de dólares en MySpace, el sitio web más visitado de EE UU. Está demostrando a sus accionistas, en fin, que está más que dispuesta a gastarse el dinero que han invertido en ella.
Pero Google se ha encontrado con algunas piedras en su andadura bursátil. La compañía salió a Bolsa con una filosofía ("no hacer el mal") que la ha llevado a tomar algunas decisiones que han disgustado al mercado. Su secretismo es legendario. En Wall Street se comentó con sorna la invitación que recibieron los analistas para conocer a su CFO, que no era el director financiero de la empresa, sino el chef. También decidió no hacer públicas sus previsiones de ingresos o beneficios porque, dice, distorsionan el mercado y no dan la imagen real de su negocio. La medida ha provocado que cada analista se dedique a hacer sus propias cuentas, lo cual puede llevar a recomendaciones poco fiables y a posteriores desilusiones. Fue lo que ocurrió el pasado 31 de enero, cuando la compañía anunció los resultados del cuarto trimestre de 2005. Aunque los ingresos crecieron un 82%, los resultados estuvieron por debajo de lo esperado por los analistas. Además, los gastos se duplicaron y subieron los impuestos. Resultado: la acción perdió ese día un 16% de su valor.
Además, Google sufre la maldición del resto de compañías de Internet, que actúan en un negocio volátil e hipercompetitivo, donde las decisiones de lanzamiento de productos o compras de empresas son complejas de entender. Así, cualquier pequeña distorsión en su imagen como triunfante buscador mundial provoca grandes distorsiones en su valor. Fue lo que ocurrió cuando, en febrero pasado, la influyente revista Barron's publicaba que la acción de Google podría perder la mitad de su valor en menos de un año. El artículo planteaba dudas sobre el crecimiento de la empresa, su modelo de negocio y su nivel de gastos. Ese día, el valor cayó un 4,7%.
Lagunas en el negocio
Y es que los analistas advierten de que no hay que perder de vista las lagunas del negocio de Google. A pesar de sus constantes compras y lanzamientos, el 99% de sus ingresos proviene de una sola fuente, la publicidad en su todopoderoso buscador. "Es importante señalar que ninguna de sus nuevas iniciativas, incluyendo Google Finance, Gmail [correo electrónico], Google Video y su foro social Orkut, han conseguido un éxito comparable al de su negocio de búsquedas", explican los analistas de First Global en un informe del pasado julio. Pero lo que más disgusta a los analistas es gastar sin parar. Google insiste en su política de constante expansión, lo que ha provocado que sus gastos se hayan disparado. El pasado trimestre crecieron un 81%, hasta los 1.640 millones de dólares.
La mayor parte de los analistas cree, en todo caso, que el valor subirá. De los 38 expertos que siguen la acción, según Bloomberg, 16 de ellos recomiendan comprar, y ninguno vender. Scott W. Devitt, de Stifel Nicolaus, estima incluso el valor en 500 dólares por acción. "Creemos que el valor sigue teniendo mucho recorrido para los próximos dos años, empujado por la fuerte demanda de publicidad en los buscadores, y por sus nuevas iniciativas", opina Squali. "Creo que Google puede incrementar su cuota de mercado", coincide Brian Bolan, analista en Jackson Securities.
Google, en fin, camina cada trimestre sobre una fina línea: está obligada a cumplir las previsiones de los analistas (ya que no ofrece las suyas) para evitar castigos, y para ello debe contener sus gastos. Pero si quiere seguir expandiendo su negocio, y justificando su alta valoración, necesita seguir innovando y comprando, es decir, gastando. "Las presiones externas tientan a muchas compañías a sacrificar oportunidades de crecimiento a largo plazo por los resultados trimestrales", explicaban los gestores de Google en su inusual folleto de salida a Bolsa. Su objetivo, explicaban, era "convertir a Google en una institución que haga del mundo un lugar mejor". Curiosamente, la compañía que aseguró que nunca dejaría que Wall Street comandara su negocio está ahora en sus manos.
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