_
_
_
_
_

El primer ministro japonés indigna a China y Corea del Sur al visitar un santuario militar

Koizumi homenajea a los soldados nipones en el aniversario del fin de la II Guerra Mundial

El jefe del Gobierno japonés, Junichiro Koizumi, eligió el aniversario de la rendición de su país en la II Guerra Mundial, celebrado ayer, para visitar en Tokio el templo de Yasukuni, dedicado a los japoneses muertos en los conflictos armados, entre los que figuran 14 criminales de guerra. Koizumi hizo caso omiso de las advertencias de China y Corea, que le pidieron que no acudiera al santuario, recordatorio de los desmanes nipones en Asia. Pekín y Seúl protestaron airadamente, pero Koizumi precisó que su peregrinación no tenía el objetivo de ensalzar la guerra.

La presencia en el templo de un primer ministro el día del aniversario de la rendición japonesa es inédita desde 1985, cuando Yasuhiro Nakasone acudió a Yasukuni 40 años después del final del conflicto y provocó una ola de protestas en China. Koizumi ha acudido a Yasukuni cada año desde que tomó posesión en 2001, pero nunca lo había hecho un 15 de agosto.

Pekín declaró ayer que las visitas anuales de Koizumi al templo que recuerda a los soldados japoneses muertos durante la II Guerra Mundial "destrozaban los cimientos de las relaciones chino-japonesas". Koizumi tiene previsto dejar el cargo en septiembre y China parece confiar en que su probable sucesor y jefe de su Gabinete, Shinzo Abe, contribuya a mejorar los vínculos entre ambos países. Abe hizo ayer un llamamiento al diálogo diplomático, pero rechazó precisar si acudiría al templo de Yasukuni si él fuera primer ministro.

Corea del Sur, que celebraba ayer el aniversario del fin de la colonización japonesa, hizo también duras críticas. "La visita del primer ministro al templo de Yasukuni es una falta absoluta de respeto al Gobierno y al pueblo de Corea, especialmente el día de nuestra independencia y del final de la II Guerra Mundial", declaró el ministro surcoreano de Asuntos Exteriores.

El templo sintoísta rinde homenaje a varios líderes condenados por crímenes de guerra, así como a 2,5 millones de muertos de la II Guerra Mundial. Tanto China como Corea, que sufrieron las agresiones del imperialismo nipón, lo consideran un símbolo del pasado militarista de Japón.

Koizumi, quien vestía de luto, seguía bajo la lluvia a un clérigo sintoísta que llevaba el vestido tradicional de esta religión, y se inclinó antes de entrar en el templo. La visita del jefe del Ejecutivo, retransmitida por la televisión japonesa, apenas duró unos minutos.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Después, Koizumi asistió junto al emperador Akihito -hijo del emperador Hirohito, en nombre de quien fue declarada la guerra- a un homenaje a los japoneses muertos en el último conflicto mundial. "Nuestro país infligió graves pérdidas y grandes sufrimientos a las poblaciones de muchos países, sobre todo las de Asia. En nombre del pueblo japonés, quisiera expresar mi profundo remordimiento y mi humilde pésame a las víctimas", declaró Koizumi, de pie frente a un altar adornado con banderas japonesas y ramos de crisantemos.

El primer ministro japonés, Junichiro Koizumi, durante su visita ayer al templo de Yasukuni, en Tokio, dedicado a los militares muertos.
El primer ministro japonés, Junichiro Koizumi, durante su visita ayer al templo de Yasukuni, en Tokio, dedicado a los militares muertos.ASSOCIATED PRESS

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_