La Guardia Civil investiga a empresas contra incendios y pequeñas constructoras
Uno de los detenidos, miembro de una brigada forestal, se confiesa autor de numerosos fuegos
La Guardia Civil centra sus pesquisas en empresas privadas contratadas para la extinción de incendios y en pequeñas constructoras, ante la sospecha de que algunas de ellas están tras la ola de incendios que asuela Galicia desde el pasado día 4. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, declaró ayer en Santiago de Compostela: "No estamos frente a incendios al uso. Hay incendios estratégicos, planificados, pensados y con una especial mala intención". Hasta ayer por la tarde, las fuerzas de seguridad habían detenido a 22 personas, entre las que se encuentra un miembro de una brigada contraincendios que se ha declarado culpable de numerosos fuegos entre mayo, junio y julio pasados.
Entre los arrestados hasta ahora la mayoría se reparte entre desequilibrados, menores, labradores descuidados y algún trabajador de las cuadrillas antiincendios. Ninguno de ellos tiene vinculación conocida con tramas organizadas. Pero Rubalcaba, acompañado del presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, apuntó a la existencia de algo más complejo al afirmar que hay incendios "con especial mala intención". Preguntado sobre si esa "mala intención" tiene algún trasfondo político, económico o urbanístico, contestó. "La intención es hacer daño; hay incendios muy significativos", subrayó el ministro.
Rubalcaba insistió en que Galicia sufre "una nueva tipología" de incendios que calificó de "estratégicos", como los provocados cerca de zonas urbanas, lo que entraña "riesgo para las vidas humanas". "No digo que quieran provocar víctimas, porque no lo sabemos, pero el riesgo existe", aclaró tras asistir a una reunión del Comité General de Coordinación de la Lucha contra Incendios, que encabeza el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño.
Después de reiterar que la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía "no descartan ninguna hipótesis" en sus investigaciones, incluida la existencia de una banda organizada, señaló que un número significativo de estos fuegos forestales "exige un grado de preparación en quien los provoca muy llamativo". "No puedo ir más allá porque no tengo más datos", aclaró Rubalcaba.
Fuentes de la Guardia Civil, sin embargo, han revelado que las sospechas se orientan ahora hacia empresas contratadas en labores de extinción de incendios y a pequeñas empresas de construcción. Los agentes del instituto armado especializados en delincuencia organizada ya tienen abierta "una línea de investigación" que confían en que dé resultados en los próximos días.
Varios de los 22 pirómanos arrestados desde el pasado día 1 lo han sido "casi con las manos en la masa", gracias a las denuncias ciudadanas, según el ministro, quien no quiso relacionar la mayor colaboración vecinal con las recompensas ofrecidas por la Guardia Civil. Un total de 18 detenciones fueron practicadas por la Guardia Civil, tres por agentes de la llamada policía autonómica (policías nacionales bajo mando de la Xunta) y uno por el Cuerpo Nacional de Policía.
Con una vela entre la maleza
Entre las detenciones practicadas en las últimas horas, la policía autonómica arrestó ayer en la parroquia de Peitieiros, en el municipio de Gondomar (Pontevedra), a M. P. Q., de 90 años, acusado de seis incendios forestales. Los mismos agentes detuvieron a dos jóvenes, de 21 y 17 años, vecinos de Castiñeiro do Lobo, en el término municipal de Ames, supuestamente implicados en el incendio forestal del pasado día 7 en la parroquia de Figueiras, en Santiago de Compostela, que arrasó cientos de hectáreas.
Mientras, J. M. S., de 23 años, miembro de una brigada de extinción de Bergantiños, ingresó ayer en la prisión de A Lama (Pontevedra). Tras confesar la autoría de varios incendios en los tres últimos meses, solicitó recibir asistencia psicológica. Este hombre trabajaba desde enero para la empresa pública Tragsa (de servicios de emergencia y conservación de la naturaleza). Sus compañeros expresaron su consternación por un hecho sin precedentes en 30 años. Otro trabajador de una cuadrilla del Ayuntamiento de Cabana (A Coruña) también fue encarcelado.
Anoche, la Xunta hacía público uno de los casos de incendiarios más flagrantes, al comunicar que la policía autonómica en Vigo detuvo por la tarde en el municipio de Barbadás (Ourense) a una mujer, cuyas siglas son M.C.M.G. de 45 años, tras ser sorprendida entre unos matorrales con un velón encendido y una caja de cerillas.
A las nueve de la noche de ayer, Galicia registraba 134 incendios (96 incontrolados y 38 bajo control). Las provincias de Pontevedra (49 fuegos incontrolados y 10 controlados) y A Coruña (33 incendios incontrolados y 9 controlados) siguen siendo las más afectadas. Según fuentes de la Xunta, aún no se puede precisar la superficie arbolada quemada en la última semana, pero creen que es menor de las 50.000 hectáreas que dice el PP.
Santiago estaba anoche nublada por el humo en zonas dentro del casco urbano, como O Romaño o Figueiras y el polígono industrial del Tambre. El alcalde compostelano, el socialista Xosé Sánchez Bugallo, declaró que la situación estaba "controlada" y que los fuegos habían sido "perfectamente planificados" en tres extremos de la ciudad con un intervalo de una hora entre sí. Unos vecinos, según el alcalde, afirman que oyeron una explosión y vieron cómo un individuo salía corriendo en O Romaño.
Ourense, hasta ayer la provincia menos afectada, vivió una madrugada del viernes muy tensa, con llamas cercando la capital. Además, los fuegos se extendieron a lo largo de la Costa da Morte, que hace cuatro años atrás fue la que más sufrió la catástrofe del Prestige.
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