"No creo que esta enfermedad le permita a Castro regresar al poder"
Martha Beatriz Roque (La Habana, 1945), líder de la Asamblea para Promover la Sociedad Civil en Cuba, es llamada la Dama de Hierro de la disidencia por las posiciones radicales que sostiene. Apoya abiertamente el embargo y la línea dura de Washington y critica a España por no "hacer más" por la democracia en Cuba. Economista de formación, entró en la disidencia en 1989 y ha estado en dos ocasiones en la cárcel, la última en 2003, cuando fue condenada a 20 años de prisión con el Grupo de los 75 (fue liberada en 2004 por motivos de salud).
Pregunta. ¿La enfermedad de Castro, es una suerte o una desgracia para Cuba?
Respuesta. La enfermedad de una persona no puede constituir motivo de alegría. Son las circunstancias lo que la convierten en una situación positiva o negativa. Después de 47 años teniendo a una persona en el poder, eso ahora se ve como un respiro, una posibilidad de que pueda haber un cambio. Esto es lo que alegra a la gente.
"Dentro del régimen no hay reformistas que tengan la posibilidad de hacer un cambio. Es el pueblo el que tiene que buscarlo" "La política de Zapatero es equivocada. Una persona defensora de los derechos humanos no puede apoyar un sistema antidemocrático"
P. ¿La transición a la democracia, si la hay, saldrá del propio sistema, como ocurrió en España?
R. No creo que sea posible. En Cuba dentro del régimen no hay reformistas que tengan la posibilidad de hacer un cambio. Es el pueblo el que tiene que buscar el cambio y aspiramos a que sea de forma pacífica.
P. ¿Regresará Castro al poder?
R. No creo que esta enfermedad le permita a Castro regresar al poder. Mi opinión es que es irreversible. Él es un hombre que va a cumplir 80 años, ha sido sometido a una operación con anestesia general y desde hace tiempo ya venía perdiendo facultades.
P. ¿Qué pasará si regresa al poder un Fidel Castro mermado en sus facultades?
R. De regresar, en las condiciones de salud que sean, se mantendrá no sólo el inmovilismo, sino también la situación de hostigamiento actual. Nadie le desea que se muera, yo soy católica y no le deseo la muerte a nadie, pero mientras él esté con vida, tendremos el mismo panorama.
P. ¿Cómo ha recibido las últimas declaraciones del presidente norteamericano sobre la transición en Cuba?
R. Ellos hablan de ayudar a un Gobierno democrático en el futuro. Dicen muy claramente que no va a haber intervención. Pero todo lo que dice EE UU aquí se tergiversa.
P. ¿Haber nombrado a un miembro del Departamento de Estado como coordinador para la transición en Cuba no es injerencia?
R. En cada país cada uno hace lo que estima pertinente. Habría que ver también las cosas que se hacen en Cuba en contra del Gobierno de EE UU, y nadie dice que eso es injerencia.
P. En estos momentos, ¿apoya que continúe la política de presiones norteamericanas contra Cuba para acelerar un cambio?
R. Yo no apoyo sólo la política norteamericana. Yo quisiera que ésta fuera una política general, la de la UE, la de Canadá, la de otros países. Tiene que existir una política internacional de presión contra el Gobierno cubano.
P. ¿No puede servir de justificación para un mayor enroque del Gobierno?
R. El Gobierno no necesita de esa justificación. Cuando quiere se la saca de debajo de la manga.
P. ¿Cómo evalúa el papel que está jugando España?
R. La política de Zapatero hacia Cuba es equivocada. Una persona que se dice defensora de los derechos humanos no tiene por qué apoyar a un sistema antidemocrático.
P. Otro opositor, Eloy Gutiérrez Menoyo, me decía el otro día que la oposición ahora debe tener mucho cuidado en ser independiente, en demostrar que no tiene nada que ver con EE UU.
R. ¿Pero Menoyo es de la oposición?
P. ¿Y de qué es parte?
R. No sé. Un poco parte del Gobierno cubano, un poco parte de España, un poco parte de EE UU. Yo no lo considero de la oposición. Lo que él pueda opinar, para mí no tiene valor.
P. Otros opositores también la acusan a usted de, con su extremismo, favorecer al Gobierno y a la Seguridad del Estado.
R. Bueno, cada uno tiene su forma de pensar, su ideología. Para eso queremos una democracia, y los que acusan ciertamente no son demócratas.
P. ¿Cómo sería un Gobierno de Raúl Castro?
R. No creo que fuera muy distinto del actual. No pienso que hiciera cambios ni que abriera nuevos espacios. Además, hay que recordar que tiene 75 años.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.