La interrupción de los vuelos dificultó tres envíos de órganos para trasplantes

El avión es también, a veces, material sanitario. Consiste en la forma más rápida para transportar los órganos que van a ser trasplantados. Este proceso -una tupida y compleja red- también se vio afectado por la huelga del personal de Iberia en el aeropuerto del Prat (Barcelona). En concreto, la interrupción de los vuelos del día 28 de julio causó "tres incidencias" a la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), según su presidente, Rafael Matesanz. Este aeropuerto y el de Torrejón, en Madrid, con casi 200 vuelos anuales, son los que más órganos reciben y envían.

El primer incidente -y el más grave- fue la llegada de una médula enviada desde Bristol (Reino Unido). La ONT tuvo que desviar el envío a Madrid, y, desde ahí, siempre acompañada por un médico, llevarla en tren a Barcelona. Se trataba del caso más importante porque en los trasplantes de médula hay pocos donantes compatibles, y el receptor ya estaba esperándola.

El segundo caso fue el de unas válvulas cardiacas. La solución en este caso fue retrasar el envío hasta que el aeropuerto funcionara con normalidad. El tercero, un riñón que no se pudo recoger en Barcelona. Este órgano presentaba "fracaso renal" y "probablemente no hubiera servido a ningún enfermo", explicó ayer Matesanz. De hecho, ni en Cádiz -ciudad de donde procedía- ni en el resto de la comunidad andaluza se le había encontrado utilidad, aclaró.

Centros con experiencia

"En estos casos lo que hacemos es enviar el riñón a alguno de los centros con más experiencia, como Madrid y Barcelona, para que allí le hagan una biopsia y vean si puede servir para alguien. El objetivo es perder el menor número de órganos posible, pero el caso de este riñón no era grave", tranquilizaba Matesanz. "Si hubiera sido importante porque hubiera un receptor, por ejemplo, hubiéramos buscado alternativas", insistió el presidente de la organización de trasplantes.

El sistema de transporte alternativo más frecuente es el aerotaxi, aunque este método casi nunca se utiliza en el caso de los riñones, ya que hay más (es el órgano que más se trasplanta, casi 2.000 al año), señaló Matesanz. Otra posibilidad hubiera sido utilizar aeropuertos alternativos, como el de Girona. Pero en este caso no se consideró necesario hacer un esfuerzo añadido. "Tenía todas las papeletas para ser descartado, y hubiera sido como matar moscas a cañonazos", afirmó Matesanz.

El responsable sanitario no quiso cargar las tintas en la huelga ni en sus efectos. "Para la ONT fue un día casi normal", dijo. "Mucho peor es cuando hay un evento deportivo cerca de España, como el Mundial de Fútbol o una carrera de fórmula 1. Entonces, la demanda de aerotaxis se dispara, y nos las vemos y nos las deseamos para conseguir uno", añadió.