El bombardeo israelí acelera el debate en el Consejo de Seguridad para frenar la guerra
París propone que se desplieguen 20.000 soldados en las fronteras de Líbano con Israel y Siria
El bombardeo israelí sobre Qana aceleró el proceso en el Consejo de Seguridad para que se adopte cuanto antes una resolución haciendo un llamamiento a un alto el fuego en Líbano. El secretario general de la ONU, Kofi Annan, se reunirá hoy en Nueva York con los representantes de los países que podrían contribuir con efectivos a la futura fuerza internacional de estabilización en la zona. Fuerza que, según el borrador de resolución que presentó ayer Francia, operará bajo mandato de Naciones Unidas y podría integrar hasta 25.000 soldados, desplegados en la frontera entre Israel y Líbano y entre este país y Siria.
"Es un momento de extrema gravedad, también para la ONU", advierte Annan
El embajador francés ante la ONU, Jean-Marc de la Sabliere, considera que la tragedia en Qana es otro ejemplo más de que la violencia debe cesar de inmediato en Oriente Próximo. Annan dijo que el Consejo de Seguridad debe actuar "con diligencia". Con este objetivo, París presentó ayer un borrador de resolución que establece las condiciones para aplicar un alto el fuego permanente en la zona, con el objetivo de conseguir una solución duradera de la crisis. El texto está basado en las ideas expresadas en Roma por el ministro francés de Exteriores, Philippe Douste-Blazy, y Kofi Annan.
Sus pilares principales son las resoluciones 1559 y 1680, en las que se reconocen la integridad territorial, soberanía e independencia política de Líbano y se exige el desarme de todas las milicias en el país. A partir de ahí, se expresa la intención de desplegar una fuerza internacional basándose en el capítulo VII de la Carta de Naciones Unidas. La fuerza operaría en una zona libre de personal armado, a excepción de las fuerzas militares libanesa y de la ONU.
Las tropas se desplegarían en la frontera de Líbano con Israel, en la Línea Azul, y con Siria, a lo largo del río Litani. En principio, esa fuerza estaría integrada por entre 20.000 y 25.000 hombres, según cifras manejadas por militares. Y tendría como mandato crear un ambiente de seguridad que evite las hostilidades entre ambas partes, ayudar a aplicar el alto el fuego permanente y los términos del marco político acordado entre Beirut y Tel-Aviv. Pero antes de establecer su tamaño, se debe conocer cuáles son los efectivos disponibles, indicaron fuentes diplomáticas.
Kofi Annan tiene previsto mantener esta tarde en Nueva York una reunión con los representantes de los países que podrían contribuir a esta fuerza, que dará apoyo al Ejército libanés. Otro de los detalles que debe estudiarse aún es cómo se integrará la Fuerza Interina de la ONU en el Líbano (FINUL) en este operativo. Su mandato expira hoy, así que el Consejo procederá a extender los trabajos de esta operación un mes más, hasta tener claro su futuro. La idea es que FINUL controle la aplicación de los acuerdos y garantizar el acceso de la población civil a la ayuda humanitaria, así como facilitar el retorno seguro de los desplazados.
El borrador de resolución pide además la liberación de los soldados israelíes en manos de Hezbolá y de los prisioneros libaneses en cárceles israelíes. También se establece como condición para el alto el fuego la delimitación de las fronteras internacionales de Líbano, en concreto las zonas en disputa, como las granjas de Chebaa. La resolución, según los términos del borrador francés, hace un llamamiento para que las partes en conflicto respeten la Línea Azul y se abstengan de cualquier provocación que pueda amenazar el proceso.
La ONU, entre tanto, expresa su profunda preocupación por la escalada de violencia entre Líbano e Israel. El Consejo de Seguridad se reunión ayer con carácter de urgencia, a petición de Kofi Annan, para analizar el estado de la crisis tras la tragedia en Qana. El secretario general condenó el ataque y pidió al órgano que vela por la paz y la seguridad del planeta que haga un llamamiento para el cese inmediato de las hostilidades. "Es un momento de extrema gravedad, también para la credibilidad del organismo", advirtió Annan.
El borrador de resolución presentado por Francia, que debe ser negociado por los países miembros, insiste también en afrontar con urgencia las causas de fondo que han llevado al conflicto. Para ello propone la creación de un "mecanismo internacional de supervisión" que ayude a disipar tensiones futuras.
La clave estará en la reacción de Washington, principal aliado de Israel en el Consejo de Seguridad.
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