_
_
_
_
CÁMARA OCULTA
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Se acabaron los secretos

Carlos Saura comentó en broma que es una pena que se desvelen los secretos de la Unión Industrial Cinematográfica, SA (Uninci). Según su malicioso humor, hubiese sido mejor que la historia de esta mítica productora cinematográfica se mantuviese en la ambigüedad, y que se conociese como la trama de Rashomon, a base de tantas interpretaciones como personajes y memorias. Y así había sido hasta que la profesora Alicia Salvador Marañón se ha empeñado en desvelar las peripecias de una empresa de la que se dijo que acabó siendo un brazo cultural del Partido Comunista en la clandestinidad (una pena que ni Santiago Carrillo ni Jorge Semprún hayan querido hablar para el libro). En sólo 13 años de turbulenta actividad, Uninci cambió la historia del cine español, produciendo nada menos que desde Bienvenido, Mr. Marshall a Viridiana. Ése es precisamente el título de la tesis que ha escrito Alicia Salvador, exhaustiva en declaraciones, correspondencia privada, documentos inéditos e informes secretos, que dan luz sobre lo que fue y no fue Uninci: ¿un bote lleno de alacranes, como alguien la definió, o un sueño triunfante que dejó cadáveres en el camino, como dijo otro? Aunque quedan zonas oscuras, los interesados por la historia del cine español tienen una cita ineludible con este libro, editado por Egeda.

Humor o terror

De 1949 a 1962, las vicisitudes de la pequeña empresa danzaron al son de la disparatada censura. Hoy no se puede dar crédito a lo que los censores fueron capaces de hacer; al contarlo, la tesis doctoral de Alicia Salvador se convierte en un libro de humor. O de terror. No se había sabido hasta ahora todo lo que el Gobierno de Franco intentó hacer para borrar Viridiana de Buñuel del mapa, incluso demostrando que nunca había existido, persiguiendo con delirio su exhibición por todo el mundo y castigando con saña a quienes la habían producido en España. La autora dedica a Viridiana una tercera parte del libro, y no es para menos. ¿Cómo era posible que la primera película española que obtenía la Palma de Oro del Festival de Cannes fuera negada luego por el Gobierno de Franco? ¡Y de qué manera!

Uninci, claro, eran personas concretas, variopintas, incluso antagónicas. Desde el hombre topo Ricardo Muñoz Suay, cerebro de la operación, hasta el dinámico ex torero Domingo Dominguín, pasando por el discutido Juan Antonio Bardem, que según algunos se apropió de la productora, los tres comunistas entonces, junto a un sinfín de personajes, bastantes de los cuales tuvieron o tienen protagonismo en el cine español: Berlanga, Saura, Jordá, Regueiro, Maesso, Picazo, Portabella, Eceiza, Querejeta, Ducay, Fernán-Gómez, Rabal, Fernando Rey...

Seguramente hay otros agujeros negros en la historia del cine español, como dice Román Gubern en el prólogo, pero el de Uninci era el realmente misterioso. Había tantas opiniones sobre esta empresa que era de verdad como la película Rashomon. Ahora, a pesar de lo que le hubiera gustado a Saura, sabemos mucho más de qué fue y de lo que dejó de ser. Se acabaron casi todos los secretos.

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_