Científicos europeos critican el lento avance de la inversión en investigación en la UE
Los investigadores europeos han dejado oír su voz sin intermediarios en la segunda edición del Foro Abierto de la Ciencia Europea (ESOF 2006 en sus siglas inglesas), que se ha celebrado en Múnich (Alemania). Se trata de un acontecimiento pensado para la amplificación de los mensajes que quieren lanzar los científicos a la sociedad. En él se ha podido constatar, entre las principales conclusiones, un clamor por acelerar los mecanismos para crear una única área de investigación europea, reduciendo drásticamente las diferencias legislativas entre países.
ESOF nació en 2004 con la celebración de un congreso en Estocolmo. Su convocatoria corre a cargo de Euroscience, una agrupación de científicos a título individual que nació en 1997 a imitación de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia. Euroscience está presidida por el físico franco-británico Jean-Patrick Connerade, y tiene como prioridad alcanzar mayores cotas de influencia en los organismos de la UE que deciden las inversiones y la legislación científicas. El foro de Euroscience, que tiene frecuencia bianual, se celebrará en 2008 en Barcelona.
España ha superado a Italia en número de investigadores en el sector privado
El foro Euroscience, que tiene frecuencia bianual, se celebrará en 2008 en Barcelona
La participación final en la cita de Múnich fue de 2.100 asistentes, incluidos casi 500 periodistas. Entre los conferenciantes destacó uno de los premios Nobel de física 2005, el alemán Theodor Hansch, que dio la charla inaugural sobre La pasión por la precisión que rige la tarea de un investigador. En ella enfatizó "la seria necesidad de un evento en el que la ciencia dialogue con la sociedad". Connerade, apostó en el mismo acto por "hacer participar a la opinión pública en las controversias científicas".
En la capital de Baviera, con sol radiante durante el encuentro, se cernían en cambio nubarrones sobre la capacidad de la UE de alcanzar el listón que ella misma se ha fijado para su inversión en I+D. El 3% de gasto sobre el PIB, en 2010, objetivo fijado en la cumbre de Lisboa de 2000, parece lejano. Las cifras analizadas en el ESOF indican que el conjunto de la UE sigue sin llegar al 2% (se mantiene en el 1,93%). Hoy, sólo Suecia y Finlandia superan la marca del 3%, mientras que España sólo sobrepasa muy ligeramente el 1%. El director general del Centro de Investigación Conjunta de la UE, el alemán Roland Schenkel, explicó que "es evidente que no será posible llegar al objetivo del 3% porque estamos ya en el 2006 y no se ha producido ninguna revolución en la inversión de los estados miembros respecto a años anteriores, aunque el movimiento que se ha generado en la mayoría de ellos es el correcto". Entre los deberes pendientes, Schenkel señala como máxima prioridad "incentivar la inversión privada en desarrollo de nuevos productos, que es donde somos débiles".
Buena parte de las esperanzas de los intervinientes se cifraron en un objetivo más inmediato: abogar por la generosidad que exhiba el inminente VII Programa Marco de Ciencia y Tecnología de la UE, 2007-2013. El esquema de trabajo que exige a los científicos (formar equipos de diferentes países) ha modificado la manera en que se hace ciencia en la UE. "A través del Programa Marco los científicos europeos se han convertido en una red", explicó Enric Banda, director de la Fundació Catalana per a la Recerca, que organizará ESOF 2008.
En la reunión asomaron algunas cifras positivas sobre el desarrollo científico español, que algunos conferenciantes tildaron de "sorprendente". Por ejemplo, España ha superado a Italia en número de investigadores trabajando en el sector privado. En 1995 había 10.803 científicos empleados por compañías, frente a 27.104 en Italia; en 2004 se ha pasado a 32.054 en España, mientras Italia se mantiene estancada en 27.127, según datos de un estudio del Instituto para los Estudios Tecnológicos de Prospectiva de la UE, con sede en Sevilla.
Más allá de aportar debates y cifras, ESOF también pretendía ser un escaparate científico a través de una pequeña feria. Entre los expositores destacaba el que Alemania dedicó a promover las carreras internacionales made in Germany, su programa de captación de estudiantes extranjeros de ciencias. Alemania es uno de los países europeos más volcados en la captación de talento: por ejemplo, la red de institutos universitarios Max Planck, cuenta entre sus directores con un 27% de extranjeros. En los encuentros del foro, varios conferenciantes se mostraron preocupados por la fuga de cerebros hacia centros de EE UU.
Conocer estas y otras posibilidades atrajo hasta ESOF a un puñado de jóvenes científicos españoles, como María Villarroya (29 años, profesora ayudante de informática) y Alexandra Lozano (31 años, ingeniera industrial). Lozanodestacó las diferencias que hay entre la ciencia de los diferentes países de la UE: "España es de lo peor en sueldo para los jóvenes científicos y en muchos casos no tienes seguridad social sino una simple beca; aunque en Alemania la situación ha empeorado con la crisis de los últimos años, la situación sigue siendo mucho mejor".
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