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Entrevista:Fuad Siniora | Primer ministro de Líbano

"La violencia no va a resolver los problemas con Israel"

Ángeles Espinosa

"La violencia no va a resolver los problemas pendientes entre Líbano e Israel", declaró ayer en una entrevista por escrito a EL PAÍS el primer ministro libanés, Fuad Siniora (Sidón, 1943). Por eso insiste, una y otra vez, en que "la comunidad internacional tiene que hacer todo lo que esté en su mano para obtener un alto el fuego inmediato". Amigo y aliado del asesinado Rafik Hariri, a quien sucedió al frente del Gobierno libanés, Siniora no es un político carismático, pero su sensatez y estilo dialogante le han granjeado la aprobación generalizada de los libaneses en esta crisis. "Confío en que los libaneses, permanezcamos unidos frente a la agresión", manifestó poco antes de partir hacia Roma.

"Mi país está siendo destruido, y confío en la comunidad internacional para poner fin a este ataque"
"No es posible una solución parcial, porque Líbano no puede permitirse que se repita esta situación"
"El mundo está dándose cuenta de que la agresión israelí viola los derechos humanos más básicos"
"Hemos sobrevivido a guerras y destrucción a lo largo del tiempo. Volveremos a hacerlo"

Pregunta. Usted ha dicho que el Ejército libanés no va a permanecer quieto si las tropas israelíes entran en su territorio. Ya lo han hecho. ¿Qué autoridad tiene que dar la orden de actuar al Ejército? ¿Se ha hecho ya? ¿Puede su Ejército hacer frente a los israelíes sin coordinarse con Hezbolá?

Respuesta. No es un secreto que el Ejército libanés no puede igualar ni afrontar de forma creíble a la sofisticada y destructiva máquina militar israelí. Sin embargo, está instruido para responder si es agredido. Según nuestra Constitución, la única autoridad sobre las decisiones de guerra y paz la tiene el Consejo de Ministros.

P. ¿Considera satisfactoria la respuesta a sus peticiones de ayuda al mundo? ¿Qué espera de la comunidad internacional?

R. Mi Gobierno cuenta con la comunidad internacional para alcanzar un alto el fuego inmediato y obtener asistencia humanitaria urgente. La ofensiva israelí ha causado pérdidas incalculables: más de 1.200 heridos y 400 muertos hasta ahora, de los cuales una tercera parte son niños menores de 12 años; más de 750.000 desplazados; además de la destrucción de hospitales, casas, fábricas, antenas de comunicaciones y almacenes. En pocas palabras, mi país está siendo destruido, y confío en la comunidad internacional para poner fin a esta agresión bárbara.

Nos consuela el giro que ha dado la opinión pública árabe e internacional. El mundo está dándose cuenta de que la agresión israelí sobre Líbano es desproporcionada y viola todos los principios que rigen los derechos humanos más básicos. La comunidad internacional no puede sentarse y mirar mientras a diario se mata a niños, mujeres y civiles inocentes, se destruyen de forma sistemática nuestras infraestructuras y se frena en seco nuestra economía, que hasta ayer era prometedora.

También estamos tratando de que la comunidad internacional establezca corredores humanitarios, dado que las operaciones israelíes han hecho imposible que las agencias de la ONU y otras puedan llevar ayuda a ningún lugar del sur de Líbano. El Gobierno de Israel debe permitir que las organizaciones humanitarias accedan a los civiles.

La comunidad internacional ha declarado en más de una ocasión su apoyo con el Gobierno libanés. Si es así, y si va a permitirse que el Gobierno libanés extienda su autoridad sobre todo el territorio libanés, la comunidad internacional tiene que hacer todo lo que esté en su mano para obtener un alto el fuego inmediato. Tal como he dicho con anterioridad, ningún Gobierno puede sobrevivir sobre las ruinas de una nación.

P. Sin embargo, Israel ha declarado que no va cesar el fuego hasta que no recupere a sus dos soldados y Hezbolá insiste en un intercambio por libaneses encarcelados en Israel. ¿Cómo se puede salir de ese callejón? ¿Quién puede imponer el alto el fuego?

R. La violencia no va a resolver los problemas pendientes entre Líbano e Israel, que se arrastran desde hace décadas. Se necesita un alto el fuego inmediato para que el Gobierno libanés pueda comprometerse en una propuesta de negociación global, algunos de cuyos elementos clave están incluidos en el último mensaje del secretario general de la ONU, Kofi Annan. Un paquete global tiene que ofrecer una solución permanente que garantice la seguridad y la estabilidad en la frontera de forma duradera. No es posible una solución parcial porque Líbano no puede permitirse que cada pocos años vuelva a repetirse este escenario de agresión. Considero que si todas las partes lo desean y si Israel está realmente preocupado por su seguridad, igual que nosotros los libaneses nos preocupamos por la nuestra, hay posibilidades de convertir en una oportunidad la caótica situación de hoy.

Eso significa que hay que encontrar soluciones a todos los problemas pendientes: intercambio de prisioneros, Israel debe retirarse de las granjas de Shebaa ocupadas y entregar los mapas de las minas [plantadas durante la ocupación de la franja sur de Líbano]. Mi Gobierno ha defendido una y otra la necesidad de que el Estado tenga el monopolio de las armas, y su intención de extender su autoridad sobre todo el territorio libanés. Estoy convencido de que todos los libaneses están de acuerdo con que no hay futuro viable ni estable para Líbano fuera del Estado, y eso es exactamente lo que mi Gobierno estaba tratando de hacer antes de la agresión israelí. Durante años, las funciones y la autoridad del Gobierno libanés estuvieron muy disminuidas debido a la guerra civil, la ocupación israelí y la presencia siria. Pero las cosas empezaron a cambiar desde la retirada de las tropas sirias el año pasado, y estábamos embarcados con éxito en el proceso de restaurar la autoridad del Gobierno. Nos comprometemos a seguir en ese camino, una vez que se logre un alto el fuego. Por eso reitero nuestro llamamiento a la comunidad internacional para que presione a Israel con el fin de que cese de inmediato la violencia y la agresión.

P. Se ha reunido con los líderes suní y chií de Líbano. ¿Teme que la tensión actual reabra la brecha sectaria?

R. Acontecimientos recientes han motivado graves brechas sectarias en la región, en especial en Irak. Líbano no es una isla, y podría verse afectada por sucesos similares, sobre todo si tal fuera la intención de algunas potencias extranjeras. No obstante, confío plenamente en que los libaneses van a permanecer unidos frente a la agresión israelí que padecemos. Han mostrado gran coraje y aguante en las dos últimas semanas, igual que lo han hecho en ocasiones anteriores, y han expresado de forma clara su apoyo a los desplazados internos. Han abierto sus casas y sus corazones a los libaneses que lo necesitan. La reunión con las autoridades religiosas suníes y chiíes de Líbano es una confirmación de esa unidad nacional.

P. ¿Qué Líbano va a emerger de esta crisis?

R. El país volverá a ponerse en pie como lo ha hecho en el pasado, una y otra vez. Los libaneses se niegan a morir. Hemos sobrevivido guerras y destrucción a lo largo del tiempo. Volveremos a hacerlo. Líbano volverá a ser, una vez más, el faro de un mensaje universal de diversidad, libertad y tolerancia. Ninguna agresión ni arma, por muy sofisticada y poderosa que sea, podrá impedir que reconstruyamos nuestra nación y sus instituciones democráticas.

El primer ministro libanés, Fuad Siniora, al término de una reunión con autoridades comunitarias en Bruselas el pasado 20 de marzo.
El primer ministro libanés, Fuad Siniora, al término de una reunión con autoridades comunitarias en Bruselas el pasado 20 de marzo.AFP

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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