Pantoja y Bernhard
Personajes ausentes en el protagonismo de las noticias. Todos los informativos del miércoles abrieron con la detención en Marbella de Julián Muñoz, que parecía escenificada o preparada: ¿por qué estaban las cámaras ante el chalet, pudiendo así captar la salida del sospechoso al volante y, para más sospecha, fumando? ¿Soplo de la policía o es que están siempre, por ella? El amor de Isabel y Julián convierte lo que debería ser una rutina judicial en un espectáculo, y de ahí la queja de Begoña Chamorro, en los Informativos Telecinco del jueves, de que ya no dejaran filmar la llegada del preso a los juzgados para declarar. A ella seguimos sin verla, como tampoco en Alicante, al clausurar el Festival de las Juventudes Socialistas, el presidente Zapatero, adornado con el pañuelo palestino, nombra explícitamente a Israel pero la condena más que a sus también innominados enemigos de Hezbolá.
Coincidiendo con la detención de Muñoz, otras experiencias entre rejas. En Noticias Cuatro, el poeta comunista Marcos Ana cuenta lo mucho que le costó, tras sus 23 años en una prisión franquista, adaptarse a la vida en libertad. Y dentro de los muros del penal de El Dueso, tercera entrega de El coro de la cárcel, ese extraño combinado de docudrama carcelario y concurso canoro que TVE-1 ofrece en el prime time del miércoles sin atreverse a llamarlo Operación Trullo. Tan bienintencionado como aburrido, El coro de la cárcel consiste en que unos presos no muy dotados para la música interpreten con cierto arte (es el argumento, en la tele menos nihilista, de La fuerza de la costumbre, una de las grandes obras de teatro de Thomas Bernhard). En la farsa de Bernhard, el obcecado instructor Caribaldi trata de que sus pupilos circenses se aprendan La trucha, el quinteto de Schubert; en TVE-1, Muntsa Rius insiste dulcemente en que los presidiarios canten Libre de Nino Bravo. Los versos más líricos de Bravo: "Libre como el ave que escapó de su prisión y puede al fin volar", flotaron en la noche desde Cantabria hasta Marbella, donde quizá ella también los cante, sola en la ducha, para su Julián.
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