Moratinos ve intolerable que en la comunidad judía se tache de antisemita a Zapatero
El Embajador de Israel afirma que las relaciones bilaterales "no están en su mejor momento"
El ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, mantuvo ayer un insólito enfrentamiento público con un miembro de la comunidad judía española, al que advirtió de que no tolerará que se tache de antisemita al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. El episodio, el más tenso con dicha comunidad en los últimos 20 años, está relacionado con las críticas proferidas por Zapatero al uso por Israel de "una fuerza abusiva" en Líbano. Jacobo Israel, presidente de la comunidad judía española, escribió ayer mismo a Moratinos condenando la actuación de su correligionario.
El presidente de los judíos españoles condena las acusaciones al Gobierno español
Mauricio Hatchwell Toledano, el conocido empresario hebreo español que provocó el incidente, comerciante internacional en petróleo, cementos y otras materias primas, no tiene actualmente cargos representativos de su comunidad. En un desayuno del Foro Nueva Economía con Moratinos como orador invitado, Hatchwell manifestó "la indignación" de los judíos españoles ante unas declaraciones realizadas la víspera por el presidente del Gobierno. "Son declaraciones antiisraelíes y antisemitas y no las podemos aceptar", dijo.
Zapatero volvió a reprochar el miércoles a Israel, en un encuentro con jóvenes de la Internacional Socialista celebrado en Alicante, "el uso de una fuerza abusiva". Pero también condenó a Hezbolá y Hamás y los secuestros de soldados israelíes, cosa que omitió hacer el 14 de julio, cuando abordó por primera vez la tragedia del Líbano, en otro mitin. Los representantes del PP, que, aun considerando "desproporcionada" la fuerza israelí, fueron los primeros en tachar de "antisemita" al presidente porque no condenó el terrorismo chiita y palestino, acogieron con gestos de aceptación el resumen que recibieron en las Cortes de la segunda declaración de Zapatero.
Moratinos respondió ayer con firmeza a Hatchwell. "No voy a tolerar, como Gobierno socialista y Gobierno español, que indiques públicamente que el presidente del Gobierno es antisemita", afirmó, antes de opinar que un amigo de Israel puede y debe criticar las actuaciones de ese Estado sin pecar de antisemitismo. "Que sea la última vez que denuncies, condenes y te expreses públicamente de esa manera", le advirtió al empresario hebreo.
El ministro explicó luego que, con sus retiradas unilaterales, tanto de Líbano como de Gaza, Israel sólo ha conseguido "dar alas" a Hezbolá y Hamás. Pero argumentó, sobre todo, el derecho de Europa a defender sus intereses de seguridad y económicos, en una situación que compromete como nunca la estabilidad regional, eleva los costes de la ayuda humanitaria y el precio del petróleo.
En ese contexto, Moratinos alzó la voz para decir: "Entre los ciudadanos europeos hay muchos judíos, que deben sentirse representados por sus Gobiernos. Y yo, aquí, represento a todos, también a la comunidad judía, a la que he defendido y a la que he tratado de considerar fundamental. Y no necesito que nadie me dé lecciones de antisemitismo".
Jacobo Israel, presidente de la Federación de Comunidades Judías de España, respalda estas afirmaciones del ministro. Tras reducir a mera opinión personal la expresada por Hatchwell, en la carta que remitió ayer a Moratinos declara "inconcebible" que se tilde de antisemita a un Gobierno que, recuerda el líder judío, ha establecido en España el Día del Holocausto y que abrirá próximamente la Casa de Sefarad, un instituto oficial de estudios hebreos.
Tras recordar que él también tiene divergencias con el análisis que hace el Gobierno español del conflicto de Oriente Próximo, Jacobo Israel "condena", además, sin paliativos la actuación de ayer de Hatchwell y reitera su "reconocimiento" por labor del Ejecutivo hacia los judíos.
También el embajador de Israel, Víctor Harel, se distanció de lo dicho por este empresario. "Comprenderán que seré el último en calificar al Gobierno ante el que estoy acreditado", comentó. Pero se quejó inmediatamente de que España no entiende "el derecho de defensa de Israel", opinó que las manifestaciones de protesta por los ataques al Líbano convocadas anoche en varias ciudades-"en la que está incluido el partido del Gobierno", precisó- "es un premio al terrorismo islámico", y afirmó: "Las relaciones [entre España e Israel], aunque estemos en el vigésimo aniversario, no creo que estén para nada en su mejor momento". "Hay aquí críticas muy duras, muy injustas para Israel, que van más allá del consenso de la UE", lamentó Harel.
En un acto conmemorativo del 20º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre España e Israel celebrado en Sevilla el mes pasado, el embajador de Israel ya se mostró muy pesimista sobre las perspectivas de estas relaciones, que, dijo, están sometidas a las vicisitudes del conflicto israelo-palestino. También se explayó sobre el antisemitismo que, en su opinión, persiste en la sociedad española. Lo concretó en la devoción al Santo Niño de la Guardia -que presentó como una reliquia del mito calumnioso según el cual los judíos se comen a los niños- y en "el lenguaje impropio" de los medios de comunicación que, señaló, tachan "hebreos" a los tanques israelíes y sólo presentan como víctimas a los palestinos.
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