Condena al 'rey del Beaujolais'
Un tribunal sanciona a Georges Duboeuf por fraude con el vino
Georges Duboeuf, de 73 años, más conocido como el rey del Beaujolais, no ha conseguido lavar su reputación. La sociedad que lleva su nombre y que comercializa anualmente en el mundo unos 30 millones de botellas de este vino joven fue condenada el martes por un tribunal de Villefranche-sur-Saône a una multa de 30.000 euros por "engaño sobre el origen y la calidad de los vinos". La presencia en la sala de numerosos representantes del gotha gastronómico, desde los chefs multipremiados Paul Bocuse y Pierre Troisgros hasta los más exigentes críticos en apoyo de Duboeuf, no impidió que los jueces consideraran que en 2004 al menos la partida de 189.000 litros de supuesto Beaujolais Nouveau, analizada en enero de 2005, era una mezcla de diferentes caldos ajena a las especificaciones de la denominación de origen.
La empresa facturó el año pasado 110,5 millones de euros y comercializó 270 millones de litros
Duboeuf, una auténtica leyenda que empezó su carrera de marchante de vinos con sólo 18 años y una bici, hasta lograr que en todo el mundo, cada año, el tercer jueves de noviembre, millones de personas esperen la llegada del Beaujolais Nouveau, no estaba en la sala, pero la empresa anunció que recurrirá la sanción. Duboeuf argumenta que se trata de un error del director de la planta de vinificación, Silvain Dory, que ya reconoció su culpa y abandonó la empresa, y que las casi 300.000 botellas que correspondían a esta partida nunca fueron comercializadas. Dory fue condenado a tres meses de cárcel y una multa de 3.000 euros.
El fiscal Francis Battut no pensaba así. En su opinión, "todo se mezclaba" en las instalaciones de Duboeuf, razón por la que había pedido una multa de 150.000 euros para la empresa y hasta dos años de prisión y 37.500 euros para Dory. La cosecha de 2004 fue muy desigual, había llovido mucho, los retrasos en la producción eran importantes y había que mejorar la calidad. El propio Dory reconoció que "en parte" se habían producido "desvíos", si bien el martes no quiso hacer comentarios.
El Beaujolais tiene 12 denominaciones de origen. Dos apelaciones: Beaujolais y Beaujolais Villages, y 10 crus: Brouilly, Chénas, Chiroibles, Côtes de Brouilly, Fleurie, Julienas, Morgon, Moulin à Vent, Régnié y Saint-Amour. En 2004, uvas procedentes de parcelas de Julienas fueron vinificadas como Saint-Amour y Morgon. Si la cosecha de 2004 fue mala, la de 2005 fue una de las mejores.
La firma Duboeuf, que en 2005 facturó 110,53 millones de euros y comercializó 270 millones de litros, se dedicaba exclusivamente, hasta hace muy poco, a la compraventa de vinos ya elaborados de pequeños viticultores y bodegueros de la región. Desde 2002 tiene un centro de vinificación ultramoderno en Romanèche-Thorins, en Saône-et-Loire, dedicado al vino de calidad.
La crisis del sector vinícola que padecen los tradicionales productores europeos, Francia, España e Italia, afecta sólo a los vinos de bajo precio, que tradicionalmente se conocían como vinos de mesa. El año pasado, justo antes de que los 40.000 vendimiadores llegaran a la zona de Beaujolais a principios de septiembre, el organismo que regula el sector en Francia pidió que se redujera la producción con el objetivo de subir el precio. El presidente de la Unión de Viticultores de Beaujolais, Ghislain de Longueville, anunció que había que reducir un 15% de la producción, el equivalente de 3.000 hectáreas. En pocas horas, un millar de agricultores rodeó la sede de la asociación y forzó la dimisión de Longueville.
El problema, apuntan los expertos, es que mientras que las estrictas reglas que regulan las denominaciones de origen tienen sentido para los grandes vinos, porque mantienen su alto nivel de calidad, estas mismas condiciones impiden a los productores de vinos de mesa adaptarse a los tiempos, mezclar distintos tipos de uva, aplicar nuevas técnicas y competir con los nuevos productores.
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