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La lucha contra el terrorismo

Detenido un jefe del espionaje italiano por cooperar en un secuestro de la CIA

El imán Abu Omar fue trasladado desde Milán a una cárcel en Egipto, donde fue torturado

Enric González

La policía italiana detuvo ayer al número dos del servicio de espionaje militar (Sismi) y a uno de sus colaboradores, un general, bajo la acusación de haber cooperado con la CIA en el secuestro de un ciudadano egipcio en Milán. Los fiscales milaneses ya habían emitido en diciembre pasado órdenes de búsqueda y captura contra 22 ciudadanos estadounidenses, todos ellos supuestos miembros de la CIA, acusados de planificar y ejecutar el secuestro del imán Hasan Mustafá Osama Nasr, Abu Omar, el 17 de febrero de 2003. Omar fue trasladado a El Cairo en uno de los vuelos secretos organizados por Washington, y permanece desde entonces en la prisión de Al Tora, donde, según sus familiares, sufrió gravísimas torturas.

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Marco Mancini, director de operaciones y número dos en la jerarquía del Servicio de Información y Seguridad Militar (Sismi), fue detenido a primera hora de la mañana en su casa de Lugo di Romagna. En 2003, cuando se realizó el secuestro, era máximo responsable operativo del Sismi para el norte de Italia. También fue detenido el general Gustavo Pignero, a quien fue concedido el arresto domiciliario por razones de salud. El juez instructor Enrico Manzi firmó las órdenes de detención y acusó a los dos dirigentes del espionaje militar de los delitos de cooperación en secuestro y abuso de poder.

Manzi emitió otras cuatro órdenes de busca y captura contra cuatro ciudadanos estadounidenses. Una de ellas llevaba el nombre de Jeff Castelli, que en 2003 dirigía la CIA en Italia y actualmente ocupa un puesto directivo en la sede central de la organización en Langley (Virginia). Otra se refería, según fuentes judiciales, a un jefe militar de la base estadounidense de Aviano, al noreste de Italia.

Los anteriores 22 mandatos de arresto, emitidos en diciembre, quedaron en suspenso porque el Gobierno de Silvio Berlusconi se negó a tramitar la petición de extradición al Ejecutivo de Estados Unidos. Una de las personas buscadas era Robert Seldom Lady, ex cónsul estadounidense en Milán y veterano miembro de la CIA, nacido en Guatemala en 1954 y con experiencia en la guerra sucia contra las guerrillas centroamericanas. Seldom Lady tuvo que huir de Italia, donde sigue viviendo su esposa, de forma precipitada, y dejó en su ordenador abundante material sobre la planificación del secuestro.

Abu Omar, un refugiado político, era imán de una mezquita milanesa. La policía italiana sospechaba que mantenía contacto con organizaciones terroristas. El secuestro se produjo en la calle y a las doce y media del mediodía. Abu Omar se dirigía a la mezquita cuando una furgoneta se detuvo a su altura y varios hombres le introdujeron en ella por la fuerza. Una mujer fue testigo de los hechos y los denunció a la policía. Dijo que en el grupo de secuestradores había dos personas vestidas con uniformes de la policía italiana.

Rastreo de llamadas

Los fiscales de Milán no tuvieron demasiados problemas para reconstruir la operación. Los supuestos miembros de la CIA utilizaron los teléfonos móviles de la Embajada estadounidense, lo que permitió rastrear sus movimientos y sus llamadas.

El juez Manzi considera probado que a las 18.20 del 17 de febrero de 2003, seis horas después del secuestro, 17 teléfonos investigados se encontraban ya en la base de Aviano, un enclave militar de Estados Unidos en Italia. Poco después, partió de Aviano un jet privado bajo el código "Spar 92", que en la jerga de la CIA significa "persona no identificable a bordo", con destino a otra base de Estados Unidos en Ramstein (Alemania). Allí Omar fue introducido en un avión distinto, un Gulfstream perteneciente al equipo de béisbol Red Sox, de Boston, y alquilado por la CIA, y emprendió camino hacia El Cairo, donde fue ingresado en la prisión de Al Tora.

El cónsul Robert Seldom Lady viajó con Abu Omar a Egipto, y siguió utilizando tranquilamente su teléfono móvil. La justicia italiana supone que participó en los primeros interrogatorios al secuestrado.

120.000 euros en hoteles

La mayor parte del grupo secuestrador se quedó en Italia. Quienes no vivían en el país se habían alojado antes de la operación en varios hoteles de lujo de Milán, y la policía consiguió copia de las facturas: la estancia costó un total de 120.000 euros, comidas aparte. Dos días después del secuestro, el 19 de febrero, celebraron el éxito de la operación con una fiesta en el hotel Westin Europe de Venecia. Luego, dos parejas se separaron de los otros y pasaron unas jornadas de placer en hoteles junto al mar.

No hubo más noticias de Abu Omar hasta el 20 de abril de 2004, cuando llamó desde Alejandría a su esposa, Nabila, que seguía en Milán, y a su amigo Mohamed Reda, imán de una mezquita en la misma ciudad. Les contó que durante siete meses había sido sometido a torturas cotidianas: electrodos en los genitales, palizas, música a altísimo volumen... Dijo sufrir insuficiencia renal, incontinencia, sordera y dificultades motrices, y rogó tanto a la mujer como al amigo que no dijeran nada a las autoridades italianas. La policía egipcia detuvo de nuevo a Omar el 13 de mayo de 2004. Desde entonces permanece en la cárcel de Al Tora.

Fotografía sin fecha del imán egipcio Abu Omar, secuestrado en Milán en febrero de 2003.
Fotografía sin fecha del imán egipcio Abu Omar, secuestrado en Milán en febrero de 2003.EFE

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