El Gobierno deberá condonar parte de la deuda exterior

El Gobierno deberá presentar antes de un año un plan para renegociar la deuda exterior de los países más pobres. La ley fue aprobada por el Pleno del Congreso de los Diputados con el apoyo de PSOE, PP, CiU y PNV. En cambio, ERC e IU-ICV se opusieron por considerarla "insuficiente".

El diputado de CiU Carles Campuzano, promotor de la ley, mostró su satisfacción porque en el último momento logró un compromiso de Eduardo Madina, del PSOE, y se aprobó una enmienda que establece el Gobierno, en el plazo de un año desde la entrada en vigor de la ley, debe presentar ante el Congreso un plan para renegociar y en su caso cancelar la deuda contraída con España antes del 31 de diciembre de 2003 por los Países Altamente Endeudados (HIPC). Para acogerse a la medida la deuda tiene que corresponder a seguros de créditos a la exportación concedidos por la Compañía Española de Crédito a la Exportación (Cesce) o ser Fondos de Ayuda al Desarrollo (FAD).

Cuando intervenía en este debate Madina, un grupo de activistas de la organización ¿Quién debe a quién?, defensores de la abolición de la deuda exterior, protestaron desde la tribuna de invitados, atándose dos de ellos a su barandilla. El servicio de seguridad desalojó a los activistas y desató a los que se negaban a marcharse, mientras el presidente de la Cámara, Manuel Marín, pedía que se retirara a estas personas "con firmeza, pero sin violencia".

En su discurso, Madina resaltó que la propuesta vincula la gestión de la deuda exterior con la política de cooperación, deja abierto desde qué Ministerio se efectuará la gestión, establece mecanismos de control y transparencia y evita dinámicas de sobreendeudamiento, entre otras medidas.

El portavoz del PP, Gonzalo Robles, defendió que se trata de una "buena ley, con criterio", que responde a los compromisos de los Objetivos del Milenio contra la pobreza.