300 personas retienen a varios ediles en el pleno de San Sebastián

Unas 300 personas contrarias a la construcción de una incineradora de basuras en San Sebastián tomaron ayer el salón de plenos del Ayuntamiento de esta ciudad tras provocar graves incidentes que obligaron a interrumpir la sesión en que se debatía la ubicación de la citada planta. El alcalde, el socialista Odón Elorza, fue zarandeado y golpeado cuando trataba de abandonar la sala, y ediles del PNV y EA fueron acorralados varios minutos por los alborotadores.

"Siento vergüenza por la situación antidemocrática que se ha vivido. Algunos han venido a reventar el pleno y lo han conseguido", manifestó Elorza tras lo sucedido. La sesión tuvo que celebrarse en otra dependencia del consistorio porque los opositores a la incineradora habían ocupado los escaños. Todos los partidos -diez ediles del PSE, siete del PP, cinco del PNV, cuatro de EA y uno de EB- condenaron los "lamentables" hechos.

La corporación donostiarra iba a celebrar una sesión extraordinaria, abierta al público, con un solo punto en el orden del día: aprobar el emplazamiento donde se va a construir una incineradora de residuos en una zona rural del término municipal de San Sebastián. En cuanto tomó la palabra el primer interviniente, el socialista Jorge Letamendia, varias personas del público exigieron a gritos que la sesión se demorara hasta a que accedieran a la sala todas las personas que no habían podido acceder al interior del edificio y aguardaban afuera a que la guardia municipal les tomara la identificación. Entre los asistentes se encontraban miembros de plataformas contra la incineradora, vecinos de la zona donde podría instalarse la planta de combustión de basuras y los representantes de Baga Boga (la plataforma ilegalizada de Batasuna) Josetxo Ibazeta e Iñigo Balda.

Al comprobar que la tensión iba en aumento y que desde el público seguían profiriéndose gritos contra el regidor y los concejales -"Odón, manipulador", "peseteros", "cobardes", "corruptos"-, la presidenta del pleno, la socialista Susana Corcuera, decidió interrumpir la sesión y reunir a los portavoces de los grupos políticos. La corporación trató de reanudar el pleno una hora después, con la sala abarrotada de público, pero tuvo que suspenderlo porque "no se dan las condiciones", dijo Corcuera. Los gritos, insultos y abucheos eran constantes en ese momento.

Cuando los munícipes trataron de abandonar la sala, el alcalde -contrario a la incineración- fue zarandeado por varias personas y recibió un golpe, según confirmó una persona allegada a Elorza. En otra zona de la sala, los ediles Román Sudupe y Patxi Baztarrika, ambos del PNV, y Jaione Arratibel, de EA, fueron rodeados por numerosas personas que les increpaban en tono amenazante a la cara. El público, siguiendo las órdenes del abertzale Josetxo Ibazeta, dejó que los ediles se marcharan y, acto seguido, tomaron el salón de plenos y ocuparon los escaños.

La corporación acordó continuar el pleno en otra dependencia consistorial casi de forma clandestina. Cuando éste transcurría con absoluta normalidad y a puerta cerrada, los alborotadores trataron de acceder por la fuerza a dicha sala. En ese momento de gran tensión, agentes de la Ertzaintza tuvieron que apoyar a la guardia municipal y utilizaron gases lacrimógenos para desalojar a los opositores a la incineración, que rompieron la puerta de cristal de la sala de recepciones del consistorio y al menos una banqueta.

El pleno duró en total tres horas. El Ayuntamiento donostiarra aprobó por mayoría -PSE, PNV y EA votaron a favor, EB en contra y el PP se abstuvo- proponer la construcción de una incineradora en la zona de Landarbaso, una zona de San Sebastián próxima al parque natural de Peñas de Aia.