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Hallados muertos en Irak dos soldados de EE UU con señales de tortura

Una 'web' islamista atribuye el secuestro y asesinato de los militares al nuevo líder de Al Qaeda

Los restos de Kristian Menchaca y Thomas Tucker, los dos soldados que desaparecieron el viernes en una emboscada en el suroeste de Bagdad, fueron encontrados ayer en Yusufiya. El general iraquí Abdul Aziz Mohamed Jasim aseguró que habían sido "torturados y asesinados de manera brutal". Una web islamista que reivindicó el secuestro atribuyó la muerte de los soldados -"el castigo de los infieles cruzados fue una sentencia de muerte por decapitación"- al nuevo líder de Al Qaeda en Irak, que sustituye al jordano Abu Musab al Zarqaui, muerto hace tres semanas en un bombardeo.

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El general iraquí, jefe de Operaciones del Ministerio de Defensa, dijo que había leído el informe y que podía confirmar que "había señales de tortura en sus cuerpos, señales muy claras. Fue una tortura brutal e inhumana". La cadena de televisión de CNN, que cita fuentes oficiales, dice que los soldados fueron mancillados y mutilados y que estaban irreconocibles. El general de división William Caldwell, portavoz del Pentágono en Irak, explicó que los dos cuerpos fueron localizados el lunes por la noche, pero que no se recuperaron hasta ayer para dar tiempo a que actuaran los equipos de desactivación, porque había explosivos al lado de los soldados muertos.

Más de 8.000 soldados estadounidenses e iraquíes buscaron inútilmente durante el fin de semana a Kristian Menchaca, de 23 años y natural de Tejas, y Thomas Tucker, de 25 y originario de Oregón. En la operación, las tropas recorrieron terrenos minados; las bombas mataron a otro soldado e hirieron a 12

Los dos viajaban el viernes a bordo de un blindado con otro soldado, David Babineau, de 25 años y de Massachusetts, que resultó muerto cuando el vehículo fue atacado en un control de tráfico. Los tres pertenecían a la 101 División Aerotransportada. Caldwell dijo a los periodistas en Bagdad que el Pentágono ha abierto una investigación sobre la situación del blindado y los detalles del ataque. En cuanto a los dos desaparecidos, Caldwell confirmó indirectamente la tesis de las torturas: "No parece que recibieran heridas mortales como consecuencia del ataque".

Nada que negociar

Mario Vásquez, tío de Menchaca, transmitió a la CNN el dolor de la familia: "Me gustaría que castigaran a los que hacen estas cosas en lugar de tardar tanto tiempo y gastar millones de dólares. Creo que hay que detenerlos y hacerles pagar por lo que han hecho, no limitarse a pensar que se trata de dos soldados más que han muerto. No hay que negociar nada, los asesinos no lo hicieron, no negociaron con mi sobrino ni con Tucker".

EE UU consideró la semana pasada que el sucesor del jordano Al Zarqaui en Irak -muerto el 7 de junio por las bombas lanzadas desde dos F-16 sobre la casa en la que se escondía- es el egipcio Abu Hamza al Mohayer, entrenado en los campos de la organización de Osama Bin Laden en Afganistán en 1999; ése es, en todo caso, el nombre mencionado en la página web del Consejo de los Santos Guerreros, aunque Caldwell no se atrevió a certificar la veracidad de la reivindicación. "Informamos a la nación islámica de alegres noticias desde el campo de batalla que os inundarán el pecho de orgullo", dice el comunicado del Consejo de los Santos Guerreros, supuestamente un conglomerado de ocho grupos armados islamistas en Irak. "Ejecutamos un juicio divino contra dos prisioneros de guerra. El castigo de los infieles cruzados fue una sentencia de muerte por decapitación". Y concluye: "Con la bendición de Dios todopoderoso, Abu Hamza al Mohayer ejecutó la sentencia del tribunal islámico".

El mismo grupo asegura haber secuestrado a cuatro personas de la Embajada rusa en Bagdad a principios de mes, y pide la retirada de Rusia de Chechenia y la liberación de los islamistas detenidos en cárceles rusas.

Unos bomberos apagan los restos de un camión incendiado por la explosión de un coche bomba en un concurrido mercado de Bagdad.
Unos bomberos apagan los restos de un camión incendiado por la explosión de un coche bomba en un concurrido mercado de Bagdad.REUTERS / AP

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