Sadam Hussein inicia una huelga de hambre en protesta por el asesinato de su abogado
Es el tercer letrado del equipo de defensa del ex dictador que cae a manos de los terroristas
El ex dictador iraquí Sadam Husein y el resto de sus colaboradores que están siendo juzgados por una matanza de chíies perpetrada por el régimen en 1982 han inciciado hoy una huelga de hambre en señal de protesta por el asesinato de uno de los principales abogados de su defensa, según ha informado el abogado jefe de la defensa del ex dictador, Jalil al Dulaimi. Se trata de Jamis al Obaidi, que ha sido secuestrado y asesinado por "terroristas" en Bagdad, según la policía.
Al Dulaimi ha explicado que "el presidente Sadam y otros miembros de su cúpula comenzaron hoy una huelga de hambre para protestar por el asesinato de Jamis al Obaidi", abogado defensor de Sadam, de nacionalidad iraquí. "Han afirmado que no finalizarán su huelga hasta que se facilite protección internacional al equipo de la defensa", ha añadido Al Dulaimi, que se encuentra de visita en Jordania.
Además ha afirmado haber recibido información "directamente de dentro de la zona verde" de Bagdad (área de especial vigilancia vigilada donde se encuentran los edificios del Gobierno iraquí y la Embajada estadounidense), pero se ha negado a especificar de qué se trata. Al Obaidi es el tercer abogado de la defensa de Sadam asesinado desde que comenzó el juicio por la muerte, en 1982, de 148 habitantes de una aldea donde el entonces líder iraquí había sufrido un intento de asesinato. El principal abogado del ex dictador ha asegurado que Obaidi, su segundo, fue secuestrado en su propia casa hacia las siete de la mañana (dos horas menos en España) y posteriormente asesinado.
Un disparo en la cabeza
Una fuente de seguridad ha informado a la agencia France Presse de que "el cadáver de Obaidi ha sido encontrado sobre las diez de la mañana en el cruce de Sabah al Jayat, en el barrio de Ur", al noreste de la capital, un barrio predominantemente chií. El cuerpo de Obaidi ha sido encontrado tirado en la calle con al menos un disparo en la cabeza.
"La mano del terror ha alcanzado la justicia", ha dicho Al Musaui, para añadir que, no obstante, el asesinato "no afectará o retrasará el juicio y desafiaremos al terrorismo". No obstante, el crimen es un nuevo golpe al juicio con el que EE UU pretende no sólo librarse de uno de sus mayores enemigos sino dar una imagen de fortaleza de la justicia. Aun así, el juicio se ha visto ya alterado por la dimisión del juez principal o las protestas de la defensa por la falta de garantías.
La muerte de Obaidi llega dos días después de que el fiscal del caso pidiera la pena de muerte para el ex dictador y tres altos cargos de su régimen -de los siete que se sientan junto a Sadam- por las represalias que siguieron al intento de magnicidio en la aldea de Dujail. El propio Obaidi había manifestado en ocasiones que prefería seguir en Bagdad y no huir durante los recesos del juicio, pese a que dos de sus compañeros habían sido asesinados. "Lo que tenga que ser, será", había dicho.
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