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Reportaje:

Paseo contra el olvido en el cementerio de Valencia

El Fòrum per la Memòria organiza una visita guiada a las fosas comunes donde fueron enterradas víctimas del franquismo

Sara Velert

Laia, de 29 años y con su bebé en brazos, quiere saber más sobre la represión franquista en Valencia. Helios Torralba, de 72 años, busca datos sobre su tío abuelo, que desapareció en 1939 por gritar "¡viva la República!" mientras retiraban la bandera tricolor en el antiguo Hospital Provincial de Valencia. Ambos formaron ayer parte de un grupo de un centenar de personas que acudió a una visita guiada al Cementerio General de Valencia organizada por el Fòrum per la Memòria del País Valencià. Un paseo contra el olvido y para lograr que se conserven las fosas comunes en las que fueron sepultadas víctimas de la posguerra y la dictadura, como pidió Amparo Salvador, presidenta del Fòrum y encargada ayer de mostrar los lugares en los que, según el registro del cementerio, cinco sepulturas colectivas acogieron miles de cuerpos entre 1939 y 1945. Una parte de las fosas ya no son visibles porque sobre ellas se construyeron nichos, en algún caso sin exhumar primero los restos, sospecha el Fòrum.

La visita a la memoria histórica comenzó en el antiguo cementerio civil, donde fueron arrasadas lápidas hace unos años para plantar césped. En ese lugar, y en parte de las secciones quinta izquierda y derecha -hoy ajardinada con una gran cruz en medio- testimonios de la época aseguran que fueron lanzados muchos cuerpos de republicanos ajusticiados. "No figuran en los registros", destacó Salvador.

El grupo de visitantes mezcló a jóvenes que sólo han conocido la democracia y escuchaban con atención, y a mayores que padecieron la miseria de la posguerra y cuentan sus vivencias. Como Julio Estellés, de 80 años, cuya infancia recorre los montes de Chelva y Tuéjar para llevar comida al maquis. O su esposa, Rosa Redondo, de 76, que cuenta muchas noches en vela sin saber si a Julio no lo habrían detenido de nuevo. "No queremos venganza, pero sí memoria. Quieren borrar el recuerdo de la República, todo vestigio del mal hecho", sentencia Estellés.

Sus críticas van dirigidas al intento del Ayuntamiento de Valencia, gobernado por el PP, de levantar un millar de nichos sobre la fosa común de la sección séptima derecha. La alcaldesa, Rita Barberá, desoyó la petición de conservar el lugar, recordó ayer el concejal socialista Matías Alonso. Pero un juzgado paró la obra a petición del Fòrum y estudia su demanda, que exige un estudio riguroso de la fosa y un monumento a las víctimas del franquismo. "No dejemos que esto quede en el olvido", concluyó Salvador.

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Sobre la firma

Sara Velert
Redactora de Internacional. Trabaja en EL PAÍS desde 1993, donde ha pasado también por la sección de Última Hora y ha cubierto en Valencia la información municipal, de medio ambiente y tribunales. Es licenciada en Geografía e Historia y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS, de cuya escuela ha sido profesora de redacción.

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