Moratinos quiere impulsar con EE UU la cooperación sobre América Latina

El ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, afirmó ayer en el Senado que es voluntad del Gobierno mantener y desarrollar las consultas "frecuentes" con EE UU para "identificar ámbitos de cooperación en la lucha contra la pobreza y la defensa de la democracia" en América Latina, la región que más sinsabores ha suscitado entre Madrid y Washington, sobre todo en relación con Venezuela. Moratinos espera entrevistarse el lunes en Washington con la secretaria de Estado, Condoleezza Rice.

"Creemos que, en la perspectiva latinoamericana, el deseo de autonomía y de independencia no exige necesariamente confrontación. Es, por el contrario, compatible con cierto nivel de cooperación", añadió el ministro, que puso como ejemplo el grupo de trabajo constituido por España y China "para estudiar las posibles sinergias" surgidas tras la irrupción del gigante asiático en el subcontinente latino.

Moratinos hizo estas consideraciones en un nuevo debate sobre la política iberoamericana del Gobierno, celebrado esta vez en la Comisión de Exteriores del Senado, en el que se remontó al análisis de situación que sustenta la acción del Ejecutivo: una eclosión de procesos electorales que reflejan el "alto nivel de insatisfacción por los escasos resultados" sociales de las políticas económicas ejercidas al amparo del llamado Consenso de Washington y el "considerable descrédito" de las instituciones democráticas derivado de ese proceso.

El panorama resultante, con sus escisiones en torno a los Tratados de Libre Comercio y hasta con la constitución de dos "bloques energéticos" enfrentados, liderados por México y Venezuela, respectivamente, representa "una oportunidad" para la lucha contra la desigualdad y la pobreza, que plantea el reto de "compatibilizar el mantenimiento de un crecimiento sólido y sostenido con avances sensibles en materia de distribución".

En ese contexto, el Gobierno se propone reforzar la democracia, lo que implica "respeto y reconocimiento de los resultados de procesos electorales", así como apoyar el desarrollo de las instituciones; fomentar la construcción de consensos y apoyar los procesos de concertación e integración regionales.

Dionisio García Carnero, en nombre del PP, expresó, curiosamente, un acuerdo básico con estos principios y un disenso no menos radical con los "gestos de condescendencia" del Ejecutivo hacia el trío paradigmático integrado por Bolivia, Venezuela y Cuba. Dio a entender que España ha quedado aislada en Europa por el caso cubano, que en Bolivia no se defiende la legalidad y que no se critica a Venezuela, pese a los excesos antidemocráticos de Hugo Chávez.

Moratinos respondió que la UE renovó el lunes la política de flexibilidad hacia Cuba promovida por España, sostuvo que el Gobierno no ha hecho nada en relación a Caracas que el de Aznar no hiciera en su tiempo y dijo que Bolivia merece una cooperación respetuosa, aunque la actuación del Ejecutivo de Evo Morales suscite "preocupaciones". Reiteró que la atención preferente de España se orienta a los "aliados estratégicos", México, Brasil, Argentina y Chile.

El ministro reprochó al representante del PP que no planteara ninguna alternativa a la política del Gobierno. "Hagan propuestas, y las estudiaremos con la mejor voluntad", dijo.