Jóvenes nacionalistas radicales intentan reventar un mitin de Rajoy en Granollers

Alrededor de 150 jóvenes radicales, que portaban pancartas y banderas catalanas y daban gritos de "fascistas" y "terroristas", trataron de reventar ayer por la tarde el mitin que el presidente del PP, Mariano Rajoy, protagonizaba en el auditorio de Granollers (Barcelona) contra el nuevo Estatuto. Las fuerzas de antidisturbios de los Mossos d'Esquadra mantuvieron a raya a los manifestantes, pero ello no logró impedir que se produjeran agresiones y enfrentamientos verbales entre militantes del PP y los manifestantes una vez terminado el acto electoral. Rajoy tuvo que entrar y salir del local por una puerta lateral, entre grandes medidas de seguridad. Los manifestantes lanzaron huevos y monedas.

Los jóvenes, muchos de ellos adolescentes, se habían convocado a través de SMS. Portaban pancartas en las que se podía leer "Rajoy, fuera de Granollers", "PP, nunca máis" y otras que se referían al proceso de paz en el País Vasco o a la guerra de Irak. También gritaron: "En Granollers ni fachas ni PP".

Con un clamoroso "Viva España", medio millar de militantes y simpatizantes del PP recibieron puestos de pie y entre aplausos a Mariano Rajoy, en su cuarto mitin en Cataluña desde que hace diez días se iniciara la campaña por el referéndum del Estatuto. Los gritos de "presidente, presidente", coreados por los asistentes al acto, constituyeron el prólogo a un mitin acalorado y tenso, en el que Rajoy reivindicó el "derecho a la libertad, a la discrepancia" y pidió del electorado el no al Estatuto.

"Reivindicamos el derecho a hablar, opinar y ser libres. Pensar distinto es normal. Tener diferencias no es malo", continuó Rajoy ante el auditorio, para a continuación acusar a los redactores del nuevo Estatuto de haber "creado una máquina de generar problemas". El presidente del PP aseguró que si el referéndum del próximo domingo sale el "no", será el "principio del retorno a la sensatez y la razón".

Rajoy, como había venido insistiendo en sus anteriores mítines, reivindicó la vigencia del Estatuto de 1979, como ejemplo de marco de convivencia y consenso, frente a un nuevo texto, que en su opinión entroniza la injerencia de la Administración en la vida publica y privada.

"¿Por qué no puedo hablar en lo que quiero?, ¿por qué no puedo rotular mi establecimiento en la lengua que quiero?", preguntó Rajoy desde el estrado, mientras en la platea se repetían los gritos de "bravo".

El discurso de Rajoy se vio precedido por una larga diatriba de Josep Piqué contra Joan Saura y José Montilla, a los que acusó de haber exacerbado los ánimos, creando el cultivo del radicalismo, de la violencia y de los enfrentamientos. Piqué acusó a los jóvenes radicales que permanecían en la calle de ser unos "energúmenos".

El acto finalizó como había empezado. Militantes del PP y los jóvenes radicales se intercambiaron insultos, voces y gritos en la calle. Un grupo de radicales acosó a simpatizantes populares, les arrancaron las pancartas y llegaron incluso a intercambiarse algún que otro empujón. Rajoy salió protegido por escoltas y por los Mossos, algunos de los cuales recibieron el impacto de los huevos que los jóvenes lanzaban contra el presidente del PP.

El líder del PP ya había sido objeto de abucheos hacía dos días en su visita al mercado de Collblanc, en L'Hospitalet de Llobregat. Entonces, comerciantes y transeúntes le profirieron gritos de "no te queremos", "eres un franquista" y "fuera de Cataluña". A Piqué, que acompañaba a Rajoy, lo acusaron de ser un "cara girada" (un chaquetero). Las tenderas golpearon las bandejas de las balanzas con los cuchillos de cortar el pescado, al tiempo que insultaban a los líderes populares.