Un estudio apunta que ya había vida hace 3.430 millones de años

Unas estructuras llamadas estromatolitos, de tamaños y formas muy diversos, vuelven a ser firmes candidatas a constituir las primeras pruebas de vida en la Tierra, hace 3.430 millones de años, tras el estudio publicado ayer por científicos de Australia y Canadá. Los científicos han estudiado estromatolitos fósiles de la conocida formación de Pilbara, en Australia, de tipo sedimentario, y creen haber dado los argumentos suficientes para confirmar su origen biológico. Se habrían formado por la interacción entre microbios y sedimentos y serían, por tanto, verdaderos fósiles. La forma de las estructuras es variada, explican en la revista Nature, desde conos a otras parecidas a cartones de huevos.

A pesar de que se siguen formando estromatolitos en la actualidad por la acción de cianobacterias, algunos expertos han argüido que las estructuras similares encontradas en sedimentos antiguos no tienen origen biológico, recuerda en la misma revista Stanley M. Awramik, y el debate se ha intensificado en los últimos años, de la mano de la búsqueda de vida fuera de la Tierra.

Los paleontológos de este estudio concluyen que los estromatolitos se formaron en la orilla del mar, sobre una plataforma de sedimentos de carbonato sometida a la influencia de las mareas pero sumergida la mayor parte del tiempo. Hubo periodos de subida del nivel del agua y otros más escasos de descenso del nivel, supuestamente por quedar la plataforma aislada del mar abierto, por lo que se produjo evaporación del agua y la formación de minerales característicos de este proceso.

La conclusión del estudio de la composición y textura de los granos que forman los estromatolitos de Pilbara es que no se pudieron erigir exclusivamente por procesos mecánicos, por lo que tuvo que intervenir alguna forma de vida.