La remodelación de uno de los principales accesos a Bilbao durará más de dos años
Los accesos por carretera a Bilbao sumarán una complicación añadida desde el próximo año, cuando se acometa el tramo principal de la reforma de la entrada por el túnel de Begoña y el puente de La Salve. La Diputación reconoció ayer que desde la primavera de 2007 y durante todo 2008 se registrarán importantes afecciones en un vial por el que circulan unos 65.000 vehículos al día.
Las obras de este tramo de 2,7 kilómetros comenzaron a finales del pasado año con la reforma del puente de La Salve, pero los verdaderos problemas llegarán el próximo año cuando se acometan los trabajos más complicados. El proyecto prevé el derribo del actual paso inferior hacia el Ayuntamiento y la construcción de un gran rotonda elíptica. El diputado de Obras Públicas y Transportes, Eusebio Melero, definió ayer esta actuación como "muy compleja", toda vez que obligará a una "cirugía urbana", ya que se deberán recolocar todas las redes de agua, gas, telefonía o aguas fecales.
Melero admitió que habrá afecciones importantes a partir de la próxima primavera. "El espacio es limitado y no cabe otra que reconducir por allí mismo el tráfico, sin buscar soluciones por otras calles", aseguró.
La construcción de la rotonda absorberá casi 12,2 millones de euros, cerca de la mitad del presupuesto total de la reforma.
El cambio de este vial, que absorbe gran parte del tráfico que procede de San Sebastián a través de la carretera general, está en debate desde hace 17 años. Los 100.000 vecinos de los barrios de Santutxu, Txurdinaga y Uribarri ven dificultadas sus comunicaciones por el tránsito de 65.000 vehículos diarios y han pedido el soterramiento de la carretera. Pero el PNV, que gobierna el Ayuntamiento y la Diputación, ha decidido mantener el vial y transformarlo en un tramo urbano donde no se puedan rebasar los 50 kilómetros por hora. Desde la gran rotonda que se construirá y casi hasta la Basílica de Begoña, se creará un bulevar peatonal de 460 metros de longitud y 20 metros de ancho, incluyendo un bidegorri.
Variante de Gernika
Esta reforma dejará el transito diario en cerca de 30.000 vehículos, la mitad de los actuales. Las autoridades confían en que la movilidad se desplace a la nueva línea del metro en esta zona.
Por otro lado, el Consejo de Gobierno de la Diputación aprobó ayer el convenio con el Ayuntamiento de Gernika para acometer la segunda fase de la circunvalación de la localidad, que permitirá el acceso hacia Bermeo.
El presupuesto asciende a 13,5 millones de euros y las obras, que se iniciarán en 2007, durarán 20 meses, ya que requieren la construcción de un viaducto sobre la ría de Urdaibai. Además, se aprobó el proyecto de la variante de Gallarta, con 5,2 millones de euros de coste y 12 meses de plazo.
