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Los investigadores han documentado desde 1978 más de 170 nuevos abrigos de arte rupestre en Jaén

Ginés Donaire

Más de 170 nuevos abrigos de pinturas rupestres se han documentado desde el año 1978 en la provincia de Jaén, principalmente en las zonas de Sierra Morena y Subbética. Toda esta riqueza artística, parte de la cual fue declarada en 1998 por la Unesco Patrimonio de la Humanidad junto a otros abrigos de Granada y Almería, va a ser recogida y catalogada en una exhaustiva investigación que está ultimando el Instituto de Estudios Giennenses (IEG) de la Diputación de Jaén.

Esta institución creó el año 2000 una sección dedicada al arte rupestre que canaliza los estudios que, desde hace casi tres décadas, llevan a cabo varios investigadores a título individual.

El coordinador de esta sección en el IEG, el profesor Manuel Gabriel López Páyer, considera que el potencial de Jaén dentro del arte rupestre "es único en toda Andalucía". Las manifestaciones de arte rupestre en la provincia de Jaén abarcan tres etapas diferenciadas: la del Paleolítico superior, cuyo principal referente es el abrigo de la Cueva del Morrón de Torres y que es de 10.000 años antes de Cristo; el Neolítico, la etapa con abrigos más numerosos del arte Levantino y del Arco Mediterráneo, principalmente en la Sierra de Segura; y, finalmente, las de la etapa esquemática, con las pinturas de la Tabla de Pochico y Prado de Azogue, en Aldeaquemada, como lugares más destacados.

López Páyer ha alertado, no obstante, sobre el estado de abandono de varios abrigos de arte rupestre. "Es preciso proteger e incluso vallar los abrigos, aunque en muchos sitios es prácticamente por sus problemas de accesibilidad", indica el investigador, que apela a la concienciación ciudadana para preservar y divulgar una manifestación artística que, subraya, "aporta una valiosa información sobre las vivencias, creencias, ritos y costumbres de los orígenes del ser humano".

Otro de los miembros del equipo de investigación sobre arte rupestre del IEG es el profesor de Historia Miguel Soria, que ha dado a conocer las primeras conclusiones del trabajo de catalogación de las pinturas rupestres de Jaén.

Soria lamenta el "elevado desconocimiento" que la sociedad jiennense tiene sobre el arte rupestre, por lo que avanza que el catálogo que se publicará este mismo año tendrá unos fines eminentemente didácticos. "El patrimonio no nos pertenece sólo a nosotros, sino que perteneció a unas generaciones pasadas y pertenecerá a las futuras", enfatiza Soria.

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