Flores y velas en Chipiona

Decenas de flores, velas, imágenes de las vírgenes del Rocío y de Regla, fotos de la cantante y centenares de mensajes sobre el muro de la vivienda de la artista convertían ayer la casa de Rocío Jurado en su localidad natal, Chipiona (Cádiz), en un improvisado santuario, en un lugar de peregrinación de paisanos y foráneos.

El fallecimiento de la cantante cayó como una losa para los vecinos del municipio gaditano, que esperaban volver a ver a Rocío Jurado en las calles del pueblo, que pisó por última vez el verano pasado.

Conforme avanzaba la jornada, el ir y venir de chipioneros por los alrededores de la vivienda era más intenso. Unos se limitaban a encender en silencio una vela o a colocar unas flores para marcharse sin mediar palabra; la mayoría se paraba para leer las cartas de apoyo colgadas de la reja de la casa o los innumerables mensajes escritos sobre la fachada y comentaban con los vecinos la pérdida.

"¡Qué pena! No tendremos otra igual. Chipiona entera esta destrozada", manifestaba una de las muchas mujeres que se acercaron a la casa. "Si nosotros estamos volcados, más se ha volcado ella con este pueblo que se ha conocido en el mundo entero gracias a Rocío Jurado. Siempre estaremos en deuda", se lamentaba otra vecina.

Otros, como un integrante de los servicios de vigilancia de la playa de Chipiona, recordaba "los largos paseos de la Jurado por la orilla del mar". "Ella se bañaba mucho en la playa que da al santuario de la Virgen de Regla", apuntaba.

En la jornada de ayer también quedaban en el pueblo algunos familiares de la cantante. Uno de sus primos, Antonio Martín, que regenta uno de los más populares restaurantes de Chipiona, El Gato, señalaba que "el pueblo es su familia y se siente dolido y comprometido con ella". "Todo Chipiona está de luto hoy", añadía.

Una mujer que decía conocerla desde hace 50 años aseguraba estar "rota". "Estas cosas quitan la fe. No deberían habérsela llevado tan pronto, con lo que ella ha luchado y con lo que nosotros hemos rezado".

Muchos de los que se acercaban pedían disculpas por no poder articular palabra. "Esto es muy triste para nosotros", se limitaban a decir. Todos los vecinos que pasaban por la casa de la cantante coincidían en algo: "Chipiona adora a Rocío Jurado".

Lejos de la vivienda de La Chipionera más internacional también estaban de luto. Los bares evitaron poner música y en algunos árboles y balcones de las casas del pueblo lucían crespones y lazos negros.

Mientras los vecinos expresaban su dolor, la actividad en el ayuntamiento comenzaba guardando un minuto de silencio en la celebración de un pleno extraordinario en el que se ensalzó la figura de la artista y se dio cuenta del dispositivo que se iba a habilitar en las horas sucesivas, además de decretar tres días de luto.

El fallecimiento de la artista también se ha evidenciado en la peregrinación a El Rocío y, sobre todo, en la Hermandad de Chipiona, que partía el miércoles dedicando el camino a su paisana.

Desde que salieron, los peregrinos avanzan en silencio por el coto de Doñana, explicaba el hermano mayor, Antonio Lázaro, quien ayer mismo daba por finalizado el camino, ya que regresaba a Chipiona para asistir al funeral de Rocío Jurado, fiel cada año en la aldea almonteña. "Hoy ha sido una jornada muy triste para nosotros. Los romeros van en absoluto silencio y muchos también han decidido no continuar hacia la aldea", explicaba. "Hemos rezado mucho por ella y hoy el ángelus del mediodía también se lo hemos dedicado".Durante la tarde de ayer, el santuario de la Virgen de Regla permanecía cerrado a cal y canto, los hermanos franciscanos se afanaban en preparar el recinto para instalar la capilla ardiente donde estaba previsto que se velara durante la noche y la madrugada el cadáver de la cantante y se esperaba una afluencia masiva de visitantes.

Hoy está previsto que a las doce de la mañana se celebre la misa funeral en el santuarioLos restos mortales de Rocío Jurado serán trasladados para su inhumación al cementerio municipal de San José.