Fermín Muguruza imprime en su nuevo disco la esperanza de la paz
El músico califica 'Euskal Herria JaimaKa Clash' de "vital y luminoso"
Justo cuando se comenzaba a intuir el inicio del final del laberinto vasco, Fermín Muguruza cogió los bártulos y se fue a Jamaica a grabar Euskal Herria JamaiKa Clash, su nuevo álbum. Lo define como un álbum "vitalista, luminoso y sonriente en lo musical", y reconoce que "el inicio del proceso de paz genera una esperanza que se refleja en el disco", El músico no puede sino celebrar la excelente acogida que se le ha dispensado en Jamaica, donde rodeado por celebridades del reggae ha grabado un álbum que afirma "no es sólo de reggae, sino también de funk, soul y hip-hop". Por supuesto no falta la trikitixa, el acordeón diatónico vasco que dinamiza un disco rico en matices y de marcado carácter festivo.
"En Jamaica he aprendido a considerar la música como una celebración"
Se inicia la grabación con el gran Frederick Toots Hibbert -líder del grupo Toots & The Maytals- cantando en clave de reggae-soul al mercado de los sábados en la plaza Urdanibia de Irún, localidad natal de Fermín Muguruza. El inicial costumbrismo del tema da un giro de denuncia cuando el músico en la parte final del tema recuerda en la letra "que el bombardeo de Gernika tuvo lugar en día de mercado".
Al margen de las canciones habituales en la música de Fermín Muguruza -la denuncia, la solidaridad, el sentido crítico y la esperanza-, el álbum destaca por haber sido grabado en los míticos estudios Tuff Gong con reputadísimos músicos de Jamaica. Fermín recuerda que quería grabar con Toots y con U Roy, el Mikel Laboa jamaicano, "y todos los demás o los reclutó Clive Hunt, el productor, o se fueron añadiendo, porque la grabación de un disco es en Jamaica una fiesta por la que pasan los músicos para vivir esos momentos que para ellos son historia". Muguruza apunta que en Jamaica ha aprendido a "considerar la música como una celebración en la que todos participan, algo, en definitiva, para ser compartido y muy útil como terapia para afrontar las miserias de una vida que en la Jamaica real es muy miserable", asegura.
De esta experiencia, el músico ha registrado las imágenes que documentan el proceso de grabación del álbum y que en las próximas semanas se publicarán en formato DVD. "Ha sido gracias a haber sido acogido como músico en un país donde los músicos son considerados mensajeros que he podido ver lo que ellos llaman 'la Jamaica real', y compartir con ellos la música. Esto había que documentarlo", razona.
Entre los colaboradores que se unieron al proyecto, Muguruza recuerda a las I-Threes, las vocalistas de Bob Marley encabezadas por su viuda, Rita. Lo recuerda por dos razones: "Una por estar cerca de la leyenda, otra porque, pese a ser míticas, acudieron con un director de coros que no permitió grabar hasta que ellas no entonaron maite zaitu como creía oportuno. El respeto que tienen por la música y por el oficio es absoluto", recuerda. Respeto es la palabra que más se usa. Incluso desmiente Muguruza tópicos. "Si quedabas a una hora, allí estaban todos puntuales, por respeto. Nada de ese desparrame que se atribuye al mundo del reggae".
En Jamaica, Fermín Muguruza fue muy bien recibido, él afirma que fue porque "Aznar me hizo mucha publicidad al prohibir conciertos míos. Ello sirvió para que los músicos optaran celebrar grabar conmigo después de haberlo hecho con quien quemó la bandera francesa, Serge Gainsbourg, y con quien rompió la foto del Papa, Sinéad O'Connor. Era el tercero, y me decían que a todos sus líderes espirituales y políticos les han tildado en alguna ocasión de terroristas". Además, los jamaicanos se enloquecían con la trikitixa. "Xavi Solano les tenía que hacer frecuentemente demostraciones con un instrumento que ellos conocen de Nueva Orleans".
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