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Reportaje:

20 años desafiando el mercado

La cadena Renoir celebra cumpleaños como estandarte del cine independiente y con una larga lista de descubrimientos en su haber

Cuando Enrique González Macho decidió abrir unos cines para poner las películas que le gustaban estaba muerto de miedo. "Los créditos estaban al 21% y las salas empezaron flojas, me metí sin pensar en el después", reconoce.

Veinte años más tarde, los cines Renoir no se han despojado de esa incertidumbre inicial y es que no son buenos tiempos para el séptimo arte o, al menos, para su exhibición. "No miro al futuro con optimismo aunque sí conservo una cierta fe. Es una época cambiante", explica González Macho.

Los cines Renoir-Plaza de España en Madrid fueron los primeros -el 5 de junio de 1986- de una lista a la que ya se han sumado Barcelona. Zaragoza, Palma de Mallorca, Bilbao, Santa Cruz de Tenerife. En esas 61 salas repartidas en seis comunidades, alrededor de 23 millones de espectadores han visto en estas dos décadas casi 1.376 películas, 654 de ellas españolas.

"No miro al futuro con optimismo, es una época cambiante", dice González Macho

"Mi cine no hubiera sido igual sin los cines Renoir", asegura Manuel Gutiérrez Aragón. Todas sus películas, a excepción de las dos primeras porque por entonces aún no existían los cines, se han estrenado en los Renoir.

"Los cines Renoir son reflejo y obra de un hombre de cine, y no es frecuente que un hombre de cine sea también exhibidor", añade Gutiérrez Aragón.

Y ése era precisamente el objetivo de González Macho, levantar una cadena de cines "con personalidad". Sus pantallas proyectan un cine independiente, inquieto, distinto. Tres adjetivos que no siempre están reñidos con la comercialidad. "Estamos equivocados con el concepto de 'película comercial', una buena película es comercial", señala González Macho.

En contra de lo que pueda parecer ni le gusta ni elige cine "raro o vanguardista". "La elección de las películas es muy subjetiva, en primer lugar, me tiene que gustar, después tiene que tener unos ciertos niveles de calidad y si, además, es divertida, mucho mejor", explica González Macho.

Los Renoir han hecho de películas que, a menudo, las grandes superficies destierran a las salas más pequeñas y las horas más intempestivas, sus éxitos de taquilla. El apartamento, de Billy Wilder; Senderos de gloria, de Stanley Kubrick; Léolo, de Jean-Claude Lauzon, son algunos de los "clásicos" en la trayectoria de los cines. También son las favoritas de su fundador.

De todas formas, el éxito es diferente en las salas Renoir. En primer lugar, la película debe haberse ganado la confianza y hasta la fe de Enrique González Macho, el segundo estadio es la paciencia. Comentarios del tipo "él creyó en mi película y la aguantó en cartel" se repiten.

"En mi primera película Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto nos dieron premios en San Sebastián pero no terminó de arrancar, Enrique la aguantó hasta los Goya y luego nos fue muy bien", explica Agustín Díaz Yanes, que en unos meses volverá a proyectar una de sus películas -la esperada Alatriste- en las salas Renoir. "Que ya son como mi casa", añade.

Lo mismo le ocurrió a Daniel Sánchez Arévalo con su primer largometraje, Azuloscurocasinegro. El director novel confiesa que todavía le emociona ver su película en cartel -además, a diario, porque vive al lado de unos cines Renoir-. "La película empezó de manera tímida pero gracias a los Renoir está haciendo una taquilla bastante interesante".

A pesar de que los Renoir son sinónimo de independencia, González Macho, reconoce -"lo bonito sería decir que sí"- que no siempre ha podido ser así. "En estos 20 años me ha pasado de todo, me he equivocado, se han equivocado por mí, pero qué le vas a hacer, esto es así".

Ni siquiera la eterna crisis del cine español han disuadido a González Macho. Pocas películas españolas consiguen desbancar a los éxitos del cine norteamericano -entre ellas, Torrente, de Santiago Segura- pero, a pesar de todo, los Renoir han proyectado prácticamente la totalidad del cine español de los últimos años. "Obviamente si el cine español está en crisis también nos afecta, en general todo lo que afecta al cine repercute en las salas, pero hay que procurar dar un empujón a nuestro cine", asegura su propietario.

"Los Renoir están en los antípodas de lo que se ve en las grandes superficies", asegura Gutiérrez Aragón. No obstante, alguien debe defender este tipo de cine y no el que venden "a peso" las grandes cadenas, opina Sánchez Arévalo. Aunque ambos entienden el riesgo que conlleva este tipo de exhibición y son conscientes de esa incertidumbre de González Macho.

Esquiva las buenas palabras de otros hombres de cine -"una coincidencia, seguro que eran buenos amigos míos"- y no quiere oír hablar de deudas con el cine independiente, prefiere centrarse en el homenaje que rendirá al cine español y extranjero en el 20 aniversario de sus cines.

Durante el mes de junio se exhibirán películas al precio de un euro. "La selección ha sido difícil, no están todas las que son, porque hemos tenido problemas con las copias de algunas películas que queríamos incluir", explica González Macho. La pianista, de Michael Haneke; Los amantes del Círculo Polar, de Julio Medem; Mi nombre es Joe, de Ken Loach o Todo sobre mi madre, de Pedro Almodóvar, son algunas de las cintas incluidas en este repaso cinematográfico que comenzará el próximo 8 de junio (la lista completa está disponible en www.cinesrenoir.com).

Y parece que la iniciativa va a ser un nuevo acierto de la cadena, en vista de las expectativas que ya ha creado en diversos foros y blogs de cine en Internet. "¿A un euro? ¿Estáis seguros?", se preguntan varios de los foreros. Y les siguen: "¡Por fin precios populares!, ¡qué buena idea!". Ya hay incluso quienes auguran que la compra de entradas será "la pera" y no descartan "plantar una tienda de campaña" en la madrileña Plaza de España.

Jean Renoir, cuyo emblemático apellido da nombre a la cadena, tampoco podía faltar. El próximo 31 de mayo se estrenará en exclusiva la cinta Una partida en el campo junto al montaje Un rodaje en el campo, realizado por la filmoteca francesa en 1994 a partir de material inédito rodado por Renoir en 1936. "La película la va a apadrinar Fernando Trueba porque es una de sus favoritas", señala González Macho.

Trueba no será el único director que participe en el 20 cumpleaños de los cines, durante el mes de junio diversos directores serán, esta vez, protagonistas de diferentes encuentros y coloquios.

El aniversario se completa con una suerte de autobiografía de los cines. "Hace 10 años publicamos unas hojas informativas de las películas que habían pasado por los Renoir, pensábamos que iba a ser una tontería y tuvo tal demanda que ni siquiera yo tengo una copia", comenta González Macho.

Una década más tarde se lo ha tomado más en serio y va a publicar un libro de tres tomos con las hojas de las más de 1.400 películas que se han exhibido en estos 20 años. Un libro del grosor "de una guía de teléfonos" que encierra la larga vida de los Renoir, y del cine.

<i>Una partida en el campo, </i>de Jean Renoir, filme elegido para celebrar el cumpleaños de las salas.
Una partida en el campo, de Jean Renoir, filme elegido para celebrar el cumpleaños de las salas.
<i>Léolo,</i> de Jean-Claude Lauzon, película  emblemática para los cines Renoir.
Léolo, de Jean-Claude Lauzon, película emblemática para los cines Renoir.
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