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Reportaje:

El infierno de los 'Tres Reyes'

"Camino a Guantánamo', de Michael Winterbottom, narra la trágica peripecia de cuatro jóvenes británico-paquistaníes"

Rocío García

En el Reino Unido se les conoce como los "Tres de Tipton". En la base de Guantánamo (colonia norteamericana en Cuba), donde permanecieron detenidos más de dos años, sometidos a incontables humillaciones y torturas, llegaron a referirse a ellos como los "Tres Reyes". Efectivamente, son tres, pero eran cuatro cuando salieron de Gran Bretaña en septiembre de 2001 y viajaron desde Tipton, en las Midlands inglesas, para asistir a la boda de uno de ellos en Pakistán, su lugar de origen. Tardaron dos años y medio en volver a casa. Su viaje les llevó desde Tipton hasta Karachi (Pakistán) y luego a Kandahar, Kabul y Kunduz, en Afganistán, "en plan aventura juvenil". Capturados por los grupos armados afganos que luchaban para derrocar el régimen talibán, pasaron a manos de los estadounidenses, quienes les trasladaron a Guantánamo. El 5 de marzo de 2004 fueron llevados al Reino Unido y puestos en libertad sin cargos. Del cuarto, su amigo Monir, nunca se supo nada desde su desaparición en Kandahar.

Los tres supervivientes, Ruhel Ahmed, Asif Iqbal y Shafiq Rasul, han narrado ese trágico viaje en Camino a Guantánamo, un filme de Michael Winterbottom -codirigido con Mat Whitecross-, que obtuvo el Oso de Plata al mejor realizador en el último Festival de Cine de Berlín, y que se estrena en España mañana.

Ruhel Ahmed y Asif Iqbal tenían 19 años cuando llegaron a Guantánamo. Shafiq Rasul, cuatro años más. Ayer, los tres amigos, con más años, más dolor, más religiosos y mucho más escépticos -"el mundo no es bonito", dijo Asif-, estuvieron en Madrid presentando la película, junto a Mat Whitecross. Lo único que parece que no han perdido es la esperanza. "El día que salimos de Guantánamo, los compañeros de celda nos pidieron que contáramos al mundo lo que estaba pasando allí. Ésa es nuestra responsabilidad", aseguró Shafiq, para quien mostrar odio o enfado hacia los estadounidenses o británicos no tiene ningún sentido. "Hacer esta película y dar a conocer a los ciudadanos de Estados Unidos y el Reino Unido lo que hemos padecido es nuestra mejor venganza", añadió. "La única compensación a todo nuestro sufrimiento es que salgan todos los inocentes de Guantánamo y se cierre", aseguró Ruhel Ahmed.

Camino a Guantánamo combina documental y ficción, intercalando declaraciones de los tres presos reales con una reconstrucción del viaje y sus consecuencias rodada con actores sin experiencia. El filme, en el que también se ven imágenes reales de la televisión de aquellos momentos, se rodó íntegro en Irán.

Quizá lo más difícil ha sido revivir toda la crueldad y sufrimiento, el recuerdo del miedo constante. "Hemos vivido en Guantánamo, hemos padecido mucho, pero hemos salido sanos y fortalecidos moralmente. Hemos visto a tanta gente que se volvía loca, que nuestro único esfuerzo estuvo dirigido a no acabar como ellos", explicó Shafiq. Su amigo Asif, que finalmente se casó en Pakistán y cuya celebración es el final de la película, reconoce que su visión del mundo ha cambiado, que antes no sabían que había tanta tortura en el mundo, que eran muy jóvenes y no sabían ni de política ni de guerras. "Hemos aprendido lo que es la vida, el bien valioso de la vida, y cómo todo puede cambiar en 24 horas", añade Shafiq.

Esos Tres Reyes, que ni lo fueron ni lo son, no eluden las preguntas sobre Bin Laden.

"¿Bin Laden? Un fundamentalista, tanto como Bush". El nombre se lo pusieron sus compañeros de celda cuando, tres meses antes de ser liberados, las autoridades de la base, sabedoras de su error, comenzaron a proporcionarles alimentos. "¿Pero qué reyes? Si hubiéramos sido reyes no habríamos vivido dos años y medio así. Si ni siquiera nadie nos ha pedido perdón".

De izquierda a derecha, Ruhel Ahmed, Asif Iqbal y Shafiq Rasul, ayer en Madrid.
De izquierda a derecha, Ruhel Ahmed, Asif Iqbal y Shafiq Rasul, ayer en Madrid.CRISTÓBAL MANUEL

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