Una veintena de asaltos a casas desde principios de año
Los asaltos con violencia en urbanizaciones se han disparado durante estos últimos meses. Los ataques se elevan a una veintena desde principio de año. Éstos son algunos de los más recientes.
El pasado viernes, en Ulldemolins (Priorat) se produjeron cuatro robos silenciosos en domicilios particulares en los que los ladrones cortaron las líneas telefónicas antes de entrar. Se llevaron objetos de valor y dinero en metálico, sin violencia.
El jueves 18, cuatro encapuchados entraron en un chalé en Vilafortuny (Baix Camp). Los asaltantes ataron al único inquilino en una habitación y mientras le desvalijaron la casa. El hombre se desató, logró escapar y avisar a un vecino, que alertó a la Guardia Civil. Dos días antes, una banda saqueó 20 viviendas durante una madrugada en El Vilosell (Les Garrigues), en este caso sin violencia.
Hospitalizado por golpes
La madrugada del domingo al lunes 15 de mayo varios encapuchados y con guantes asaltaron el chalet de un constructor en Sitges (Garraf) y se llevaron joyas y dinero por valor de 180.000 euros. El hombre tuvo que ser hospitalizado por los golpes que le propinaron con un bate de béisbol. Esa misma noche entre tres y cuatro personas con pasamontañas y guantes asaltaron una casa en Polinyà (Vallés Occidental), golpearon al dueño y a su esposa y se llevaron 2.500 euros en metálico y joyas. Los asaltantes golpearon con una llave inglesa al hombre, agredieron a la esposa, amenazaron al hijo y se llevaron todo lo que había en la caja fuerte.
El 6 de mayo, cuatro hombres encapuchados que ya habían actuado en la provincia de Girona, entraron en casa de un empresario de la construcción en Palafrugell (Baix Empordà). Los ladrones cortaron el teléfono y ataron y amenazaron a los propietarios con una pistola.
También en Sitges, el 30 de abril, cinco encapuchados entraron en casa de un asesor financiero en la urbanización Vallpineda y le amenenazaron con un arma. Le golpearon con un objeto contundente para llevarse joyas y dinero. Los asaltantes lo estaban esperando en la puerta de su casa.
El 24 de abril cuatro personas armadas entraron en casa de un empresario de Matadepera (Vallès Occidental), lo amordazaron y al no encontrar dinero secuestraron a su mujer y a su hija de cinco años, a las que llevaron hasta un cajero para extraer 3.000 euros y robarles las joyas y sus dos coches. La mujer y la hija aparecieron en el maletero de un coche en Sant Cugat del Vallès.
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