El paro general en Osakidetza afectó más a los centros de salud que a los hospitales

Osakidetza afrontó ayer la primera de las cuatro jornadas de huelga general convocadas por los sindicatos mayoritarios en el sector para este mes, que tuvo un seguimiento dispar. El paro afectó más a los ambulatorios y centros de atención primaria que a los hospitales. Las centrales convocantes (ELA, SATSE y ESK) discreparon radicalmente con Osakidetza a la hora de ofrecer los datos de seguimiento a la convocatoria. Mientras el Servicio Vasco de Salud afirmó que sólo el 10,91% de la plantilla secundó el paro, los sindicatos calificaron la jornada como un "éxito" y elevaron el apoyo a la movilización, que se repetirá el próximo lunes, hasta el 75% en el caso de la atención primaria y el 80% en los hospitales.

La disparidad en los números se debe en buena medida a la obligación de contar con unos servicios mínimos. Según quién haga la lectura, cuenta a su favor los trabajadores destinados a esos servicios, que por decreto están obligados a acudir a sus puestos.

El paro había sido convocado para protestar por las condiciones laborales de los trabajadores y exigir a los responsables sanitarios que se sienten a negociar con voluntad de alcanzar acuerdos. La huelga sirvió para sacar de nuevo a la luz la existencia de un conflicto en el ámbito sanitario y la distancia que aún separa a ambas partes. Para el próximo lunes está prevista la segunda jornada de paro y las siguientes los días 26 y 29. La suspensión de citas en ambulatorios, pruebas diagnósticas y operaciones programadas fueron las consecuencias que tuvieron que soportar los usuarios. Aunque la huelga no llegó a paralizar el sistema, sí que lo dejó tocado en algunas comarcas, especialmente en el área de atención primaria.

Los sindicatos aseguraron que habían logrado un seguimiento masivo. Las cifras que manejaban reflejaban una participación del 80% de los trabajadores de los hospitales y del 75% en atención primaria. "Esperemos que Osakidetza haga una lectura correcta de esta huelga: los trabajadores están descontentos con la forma de gestionar de sus responsables", resaltó la portavoz de ELA, Izaskun Garikano.

Para los representantes de la plataforma sindical integrada por ELA, el Sindicato de Enfermería (SATSE) y ESK la situación de la sanidad vasca es "insostenible", con un déficit tanto en infraestructuras como en personal. Encarnación de la Maza, del SATSE, criticó que la excesiva carga de trabajo que soporta la plantilla repercute en la calidad asistencial. "Esta movilización es un toque de atención para el consejero Inclán. Se olvida que detrás de los sindicatos están unos trabajadores que los han votado y que los respaldan. Además, la población ha comenzado a replantearse lo que está ocurriendo".

Las tres centrales responsabilizaron a Inclán de ser "incapaz" de resolver el conflicto y advirtieron de que en ningún caso van a "bajar la guardia" y renunciar a mejorar las condiciones laborales. "De lo que se trata es de que todos seamos capaces de sentarnos en torno a la misma mesa para hablar", explicó Garikano, quien no ve a Osakidetza por esa labor.

La huelga fue respaldada por LAB y CC OO, aunque realizaron convocatorias diferenciadas a las de la plataforma integrada por ELA, SATSE y ESK.

Además, se unió a las movilizaciones la Asamblea de Médicos de Atención Primaria de Guipúzcoa. Su portavoz, Agustín Gutiérrez, consideró que la huelga supone "una llamada a Osakidetza para que escuche la voz de la atención primaria, que atiende al 80% de toda la asistencia sanitaria y ponga los medios que tiene que poner".

Quirófanos

El director de Recursos Humanos de Osakidetza, José Andrés Blasco, defendió que no existe ninguna justificación para la huelga y recurrió a los datos para demostrar su "escaso eco" entre la plantilla. Según las cifras que facilitó, el seguimiento en el turno de noche fue nulo, mientras que en el de mañana ascendió al 10,91%. Es decir, de los 14.774 trabajadores del Servicio Vasco de Salud que tenían que acudir a sus puestos de trabajo, un total de 13.151 empleados fueron a trabajar con normalidad y otros 1.612 optaron por secundar el paro.

Blasco cifró en un 25% el seguimiento en los centros de atención primaria y en un 6,62% en los hospitales. "La atención ha sido prácticamente igual a la de una jornada ordinaria", resaltó. Para rematar su afirmación precisó que de los 112 quirófanos de los hospitales públicos funcionaron con normalidad 79.