Los editores se lanzan al gran mercado de EE UU
El sector editorial español emprende en la BookExpo de Washington una campaña de expansión
Gracias al boom de la lengua española en Estados Unidos, los editores españoles están preparados para dar el gran salto en el mercado y confían en aumentar sus ventas un 20%. El arranque de 2006 sitúa el objetivo al alcance de la mano, porque hasta el 30 de abril de este año se ha vendido un 15,53% más. "Es el momento del despegue", según Belén Cristino, directora de la Oficina Comercial española en Miami. Con motivo de la BookExpo 2006, que se celebra en Washington -la mayor cita de la industria editorial estadounidense-, el sector español ha presentado un portal para los compradores y ha extendido sus contactos con el mundo universitario y editorial y con la red de bibliotecas públicas.
Hay 43,5 millones de lectores potenciales, que llegarán a 80 millones en pocos años
El aumento del interés de los lectores de habla inglesa producirá un efecto de empuje entre los hispanos
A pesar de las cifras del primer cuatrimestre del año y de que en EE UU las ventas de libros en español crecieron un 6% durante 2005, el director ejecutivo de la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), Antonio María de Ávila, prefiere ser cauteloso y afirma que si este año concluye "con un 10% más" sería una buena noticia: "Cumpliríamos los objetivos". Pero los datos que maneja Belén Cristino -el poder adquisitivo de los hispanos se triplicará en 2007, si se compara con los datos de 1990- hacen que el embajador español, Carlos Westendorp, sea optimista. En cifras totales, hay 43,5 millones de lectores potenciales, un número que crecerá "hasta los 80 millones en pocos años", según el embajador.
El uso del español en EE UU, que parecía declinar hace 15 años, ha experimentado un renacimiento en el que coincide el aumento de la inmigración de habla hispana, la facilidad de contactos de estos inmigrantes con sus lugares de origen, la difusión de los medios de comunicación en español y el interés de los norteamericanos en el aprendizaje del idioma.
Después del último censo, cuando se confirmó el crecimiento de la minoría hispana, hubo otro fenómeno que no se daba en los años noventa, "el orgullo de hablar en español", señala Silvia Matute, directora de ediciones generales de la editorial Santillana en EE UU. "Y el boom de ventas, que ha sido muy fuerte, se debe al aumento en la oferta de todas las editoriales". El fenómeno, añade, es doble: "Aumentan las importaciones y se empieza a publicar localmente en español mucho más en serio que antes".
La FGEE agrupa a 740 editoriales que representan el 85% de lo que se publica y el 95% de las ventas. Su volumen total de ventas alcanza los 4.800 millones de dólares, de los que 1.000 millones proceden de exportaciones. Dentro de ese capítulo, 40 millones corresponden a las ventas en EE UU. Para mejorar estas cifras y llevar a cabo el aumento de la oferta, la FGEE lanzó una estrategia en 2005 basada en "la preparación de las editoriales españolas para negociar los canales de distribución norteamericanos", según Belén Cristino. El plan comprendía los canales tradicionales de comercialización en librerías, el segmento de las bibliotecas públicas y el sector escolar.
"Las grandes cadenas de venta de libros empiezan a ver la importancia del sector y a abrir secciones en español", explica Silvia Matute. Una de las primeras cadenas, Barnes&Noble, tenía sólo 300 títulos en español hace dos años; ahora se pueden encontrar hasta 5.000 ejemplares en algunas de las sucursales de la firma en Miami. Hay tres mercados importantes: el libro infantil, dentro del sistema escolar; las librerías privadas y la red de bibliotecas públicas. El salto adelante en las ventas se apoya sobre todo en las grandes cadenas de librerías, como Barnes&Noble y Borders; no son frecuentes las pequeñas librerías independientes con secciones importantes en español: "Existen, pero están sobre todo en Miami", añade Matute. "La venta en librerías ha superado ya la demanda tradicional que existía por parte de las bibliotecas públicas. Ahora, el mayor potencial de crecimiento se encuentra en las grandes superficies".
El objetivo de la campaña de la Federación de Gremios de Editores no es sólo el hispano que vive en Estados Unidos, sino el anglosajón, que cada vez está más interesado en el aprendizaje del español. Por eso, dice Ávila, el proyecto incluye también fomentar la enseñanza de la lengua, y así se ha hecho mediante reuniones con los distritos escolares y los departamentos de educación. Además, se han firmado convenios con las bibliotecas. En EE UU hay más de 100.000 centros escolares, públicos y privados. Los empresarios dirigen sus esfuerzos hacia la difusión de la lectura y el aprendizaje, con el propósito de introducir sus principales títulos en las bibliotecas.
El aumento del interés por el español de los lectores de habla inglesa producirá un efecto de empuje entre los hispanos, que valorarán su lengua natal y querrán adquirir más títulos en castellano, prevén los empresarios. Y el plan no debería chocar con la realidad de que los hispanos necesitan aprender bien inglés y manejarlo para afianzarse en la sociedad norteamericana: "Queremos que el hispano se integre y aprenda inglés, pero al mismo tiempo, proteger y difundir el español", explicó el embajador Westendorp en la presentación del portal de los editores. "Nuestras ventas", dice Matute, "se alimentan más del inmigrante reciente, que es el que mantiene el idioma y sigue leyendo en español. Las anteriores oleadas de inmigrantes perdían la lengua con más facilidad. Ahora se extiende la idea de que tienen que aprender inglés, sin duda, pero que también pueden mantener el español, y definitivamente eso ayuda a que el despegue editorial español en Estados Unidos sea muy importante".
Babelia
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