Medio Ambiente apoya una campaña para reducir las emisiones de gases

El Departamento de Medio Ambiente se ha implicado en una campaña para que los ciudadanos conozcan y puedan reducir sus emisiones de gases contaminantes, los que causan el efecto invernadero y el cambio climático. Una asociación sin ánimo de lucro, Ekopass, promoverá proyectos para limitar estos impactos. El primero, subvencionado por Medio Ambiente, consiste en la plantación de 35.000 nuevos árboles en Kenia.

Esta asociación se centrará ahora en promover iniciativas en Euskadi, como pueden ser también reforestaciones, instalaciones de cogeneración eléctrica para usos municipales o la promoción del transporte público que utilice biocombustibles, explicó ayer Iñaki Barredo, presidente de Ekopass, entidad creada este año.

Su pretensión es realizar acciones sobre estos gases nocivos de manera similar a las campañas de reciclaje de la basura. Primero, el objetivo es que los ciudadanos conozcan cómo emiten CO2; luego, enseñarles a reducir las emisiones al máximo y, "cuando eso es imposible", llegar a un reciclaje de estos impactos a la atmósfera. "Es hacer llegar a la sociedad civil que la lucha contra el cambio climático nos afecta a todos, saber que se pueden hacer cosas y poner los medios", explicó Barredo.

Los interesados pueden realizar aportaciones de dinero voluntarias para poner en marcha proyectos de eficiencia energética, en lo que supone, según destacó el presidente de Ekopass, "el primer y único elemento disponible para la lucha contra el cambio climático en el País Vasco". Los participantes en la iniciativa recibirán a cambio un distintivo con el símbolo KO2 en forma de carné, certificado o complemento para el coche.

Tres años de emisiones

La consejera de Medio Ambiente, Esther Larrañaga, afirmó ayer, al presentar la campaña en Bilbao, que la subvención de su departamento a la plantación de 35.000 nuevos árboles en Kenia compensa las emisiones de la propia consejería durante los años 2005 a 2007 por el uso de su parque de vehículos y los desplazamientos en avión. Esta actividad representa cerca de 3.500 toneladas de gases nocivos, cuyo precio por tonelada se cifra ahora en diez euros.

En el caso de una persona que dispone de un vehículo que realice 20.000 kilómetros anuales, la producción de CO2 ronda las tres toneladas, por lo que el usuario debería pagar 30 euros para compensar estas emisiones.

Esther Larrañaga apeló a empresas, ciudadanos e instituciones a colaborar en este proyecto y precisó que su departamento sólo destinará fondos para proyectos de solidaridad y cooperación con países en vías de desarrollo y nunca a actuaciones en Euskadi, "porque eso forma parte de la propia Administración" vasca.

La consejera recordó los últimos datos sobre la emisión de gases de efecto invernadero en Euskadi, que incumplen el Protocolo de Kioto, aunque precisó que este acuerdo es para toda España. En el País Vasco, las emisiones se superaron en 2004 en un 35% con relación a 1990 -cuando Kioto establece que para 2012 no se puede superar un 15% en toda España-, mientras que la media estatal ha rebasado el 50% de incremento.

Larrañaga situó a la energía y al transporte como los principales causantes de los gases nocivos, puesto que la industria ha reducido en un 26% sus emisiones con respecto a 1990.