Escritor en crisis
A principios de los setenta, en el Nuevo Hollywood dominado por los directores rebeldes, inconformistas, geniales y desconcertantes, Robert Towne se convirtió en el niño mimado del gremio de los guionistas. Famoso por la altura de sus diálogos y por arreglar cualquier desaguisado pergeñado por otro, Towne escribió, entre otras, Chinatown, El último deber, Shampoo y Yakuza. Sin embargo, con el tiempo, su talento se fue oscureciendo y sus contadas experiencias al frente de la cámara, caso de Conexión Tequila (1988), resultaron vulgares. Ahora, con 72 años, Towne estrena la decepcionante Pregúntale al viento, su cuarta película como director, basada en la novela de John Fante (publicada en España como Pregúntale al polvo), una historia ambientada en Los Ángeles en los años treinta.
PREGÚNTALE AL VIENTO
Dirección: Robert Towne. Intérpretes: Colin Farrell, Salma Hayek, Donald Sutherland, Dame Aileen Atkins. Género: drama. EE UU, 2006. Duración: 95 minutos.
Las dudas del escritor primerizo, la inquietud ante el folio en blanco y la necesidad de experiencias vitales protagonizan una película de envoltorio más bien postizo. Towne aporta calidad en algún diálogo, pero, en general, el guión abusa de la voz en off explicativa de sensaciones internas, y el relato de perdedores que se adivina en la novela, en pantalla resulta impostado, de cartón piedra.