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Entrevista:INGVAR KAMPRAD | FUNDADOR DE IKEA

"Nuestro éxito es vender productos baratos de calidad"

El empresario afirma que ha democratizado el consumo de los muebles de diseño

Tiene 80 años, pero con la fuerza y la ilusión de un joven que acaba de iniciar su primera aventura empresarial. Se trata de Ingvar Kamprad, sueco, casado y con tres hijos, fundador del grupo Ikea, líder mundial en mobiliario para el equipamiento de los hogares. Hijo de un granjero en una zona pobre al sur de Suecia, Ingvar Kamprad desde muy joven tuvo muy claro que su vocación estaba en el comercio y la distribución. A bordo de una bicicleta vendía entre los granjeros de la zona productos de lo más variado que adquiría en las tiendas mayoristas, como cerillas, bolígrafos, tarjetas navideñas o semillas.

En 1943, con 17 años, registró el nombre Ikea, la I y la K por su nombre y apellido, la E por la granja donde nació (Elmtard) y la A por su pueblo (Agunnaryd). El negocio iba a más y dos años más tarde editó su primer catálogo para vender los productos que transportaba en un camión de leche. Cinco años después se introdujo en el sector del mueble con la venta de su primer sillón. En 1958, Ikea abrió su primera tienda en Álmhult, Suecia.

"Nuestra cultura corporativa nos impide abordar cualquier tipo de fusión con otra empresa, razón por la cual seguiremos solos y sin salir a Bolsa"
"En la empresa hay que dar ejemplo con actos de sencillez, humildad, sentido común y contar con todos antes de adoptar una decisión"
"Los proveedores del grupo deben cumplir en plazos y calidades, pero también la normativa en política laboral y de medio ambiente"

Sesenta y tres años más tarde, Ikea es líder mundial en la venta de muebles y otros complementos para los hogares, con 220 tiendas en 33 países, 90.000 trabajadores, una facturación de 14.800 millones de euros y un catálogo en 25 idiomas con una tirada de 160 millones de ejemplares.

Oficialmente, Ingvar Kamprad hizo estudios de primaria y secundaria, y posteriormente se graduó en Comercio en Gotemburgo. Pero fundamentalmente es un autodidacta, y presume de seguir formándose en el trabajo diario en la calle, en contacto directo tanto con proveedores como con los trabajadores y los propios clientes del grupo. En 1986 dejó la dirección de Ikea para seguir como asesor.

El fundador de Ikea es un hombre con sentido práctico que valora por encima de todo la sencillez y la humildad, muy autocrítico con sus actuaciones, un convencido de que el hombre puede con todo si cree en lo que hace y lo hace con los demás. Ha implantado en el grupo una cultura de la sencillez y la funcionalidad que pretende que practiquen desde los empleados hasta los directivos. No acepta que el grupo tenga entre sus lemas vender diseño barato por reducir costes y que los directivos viajen en primera o vivan en hoteles de lujo. Rechaza tanto el capitalismo salvaje como las economías planificadas. Inicia la visita a sus tiendas a la seis de la mañana y cita a la prensa a las ocho.

Ikea es hoy una fundación bajo la supervisión del Gobierno holandés, y su fundador piensa que su cultura de trabajo no admite fusiones con nadie.

Pregunta. ¿Cómo nace el concepto de lo que hoy significa Ikea para el consumidor?

Respuesta. Ikea nace como una simple respuesta a algo que estaba necesitando la sociedad de entonces y la de ahora. Había mucho mobiliario en el mercado para gente rica, pero faltaba una oferta con un diseño bonito, barato y de calidad para la mayoría de la población.

P. Al margen del éxito de su idea, ¿el crecimiento de Ikea no se ha visto favorecido por el desarrollo de una sociedad moderna necesitada de cubrir sus necesidades con muebles más baratos?

R. Es posible que el crecimiento haya tenido algo que ver con la evolución de la demanda de la sociedad hacia nuevas formas de vida y con mayores necesidades para aportar mobiliario a sus hogares. Pero desde el principio, en los países nórdicos, hemos tenido que luchar muy fuerte contra la competencia y el bloqueo por parte del mundo del mueble. Vender barato lo puede hacer cualquiera. El éxito es vender productos baratos con un diseño bonito y con calidad.

P. Su modelo nace en los países del norte de Europa, con una determinada mentalidad y forma de vida. ¿Ha sido fácil introducir ese modelo en todo el mundo y, concretamente, en los países del sur de Europa?

R. Poder tener en el hogar un mobiliario con un diseño bonito a un buen precio, un mueble funcional y cómodo a la vez, no es algo que guste exclusivamente a determinados países, aunque cada cultura y cada país tiene sus gustos. Dentro de la producción general del grupo para todo el mundo, desde Ikea también se presentan ofertas concretas en función de las diferencias de la demanda. El caso de España es un ejemplo de la introducción del modelo Ikea.

P. ¿Cómo le está afectando o puede afectar a su grupo la entrada de productos baratos desde Asia?

R. No nos está afectando mucho. De las compras del grupo, el 67% se hace en Europa, un 10% en Estados Unidos y el 30% en Asia. Nos puede suponer dificultades muy puntuales, pero ésa es una razón más para seguir trabajando en la línea actual con la búsqueda permanente de materiales alternativos.

P. ¿Cómo se gesta un producto Ikea?

R. Es algo que corresponde a todo un equipo que va desde la propia empresa hasta los diseñadores, proveedores, vendedores y también a los compradores, que ofrecen permanentemente información sobre sus demandas. Desde Ikea hemos democratizado la compra de muebles de diseño bonito, funcionales y a buen precio.

P. ¿Qué política sigue el grupo para responder permanentemente a la demanda?

R. Además del trabajo constante con proveedores, diseñadores y clientes, cada tres años se hacen encuestas en los hogares para ver cuáles son los gustos y demandas, y así ofrecer buenos productos a precios asequibles. Esto requiere una investigación permanente sobre cómo reducir gastos superfluos.

P. ¿Qué papel tienen los proveedores en los precios de Ikea?

R. Fundamental. Tratamos de mantener con ellos un sistema de equilibrio. Actualmente contamos con casi 1.500 proveedores en 53 países, la mayor parte de los cuales lleva trabajando muchos años con el grupo. Los proveedores de Ikea deben seguir un determinado código de conducta en el que, además de cumplir plazos y calidades, deben respetar un código ético, como la no utilización de mano de obra infantil y cumplir, en general, las exigencias de la normativa laboral y de medio ambiente.

P. ¿Qué porcentaje de sus productos corresponde a fabricación propia?

R. Actualmente contamos con una treintena de plantas que suponen, aproximadamente, el 11% de la oferta del grupo.

P. ¿Quién es el cliente clásico de Ikea?

R. Estamos abiertos a todo el público, pero la realidad es que el cliente habitual está entre los 25 y los 45 años.

P. ¿Cuál es la filosofía en la gestión del grupo?

R. Tenemos una estructura poco jerárquica. Mi filosofía es que todos somos igualmente importantes, que es preciso actuar siempre con humildad, sentido común, dando ejemplo en cada uno de nuestros actos en la importancia de la sencillez y de contar con la gente antes de adoptar cualquier decisión.

P. ¿Cómo es hoy Ikea?

R. Somos un grupo con 220 centros en 33 países, una facturación de casi 15.000 millones de euros, con un crecimiento en 2005 del 16%, y que han sido visitados por 410 millones de personas, con 90.000 trabajadores. El 81% corresponde a Europa, el 16% a Norteamérica y el 3% a Asia. Nuestro objetivo es abrir 20 centros cada año. El último ha sido en Japón.

P. En un momento de compras y fusiones,¿seguirá Ikea en solitario?

R. Nuestra cultura de empresa no nos permite una política de fusiones. Seguiremos solos y descartamos acudir al mercado bursátil.

El fundador del grupo Ikea, Ingvar Kamprad, en uno de los centros de venta de la cadena sueca.
El fundador del grupo Ikea, Ingvar Kamprad, en uno de los centros de venta de la cadena sueca.CRISTÓBAL MANUEL

Una apuesta para crecer en la Península

El grupo Ikea desembarcó en España hace una década a través de la apertura de un centro comercial en Badalona (Barcelona) como el primer paso para la construcción de lo que en la actualidad es la división de Ikea Ibérica, que contabiliza un total de nueve centros, de los que uno se halla en Portugal, y una inversión total superior a los 500 millones de euros

Pregunta. ¿Por qué su entrada en España?

Respuesta. Porque yo creo que el diseño a buen precio es muy importante en los hogares de los españoles. Tienen gusto. Seguro que si en aquel momento hubiera hecho un estudio de mercado sobre la conveniencia de entrar en este país, los resultados hubieran sido negativos. Pero, como en otros muchos casos, yo me fío más de la intuición, del sentido común. La entrada fue un éxito.

P. Los gustos de los españoles en la compra de mobiliario del hogar son diferentes al resto?

R. Prácticamente la oferta es la misma que en el resto de los países comunitarios.

P. ¿Cuál ha sido el desarrollo de Ikea Ibérica?

R. Contamos con nueve centros con una facturación en 2005 de 689 millones de euros, con un incremento del 33% sobre el año anterior, con un total de 16 millones de visitantes y empleo para 4.500 personas.

P. ¿Qué objetivos tiene su grupo en la Península?

R. Para el año 2015 queremos contar con 30 centros comerciales, de los que 27 estarán en España, y que necesitarán una inversión superior a los 1.000 millones de euros. En 2006, habrá aperturas en Madrid, Murcia, Málaga y Zaragoza, y en los años siguientes se abrirán nuevos centros en la Comunidad Valenciana, Andalucía, Galicia y Cataluña.

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