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Tribuna:LISTAS DE ESPERA QUIRÚRGICA
Tribuna
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El Gobierno de Madrid ha cumplido su compromiso

El consejero se defiende de las críticas recibidas y asegura que ningún madrileño espera más de 30 días para ser operado.

Desde que se puso en marcha el plan de reducción de las listas de espera quirúrgicas, la Consejería de Sanidad y Consumo de la Comunidad de Madrid ha explicado de forma reiterada todas y cada una de las iniciativas que se han implantado en el sistema sanitario madrileño para que ningún madrileño esperara una intervención quirúrgica más de 30 días, con objeto de dar cumplimiento al compromiso del Gobierno de la Comunidad de Madrid.

De forma reiterada también se ha explicado que el cumplimiento de este objetivo es una realidad y, con independencia de los juicios de valor que se puedan hacer desde otros foros, los hechos constatan que el Gobierno regional no falta a la verdad y hoy por hoy podemos afirmar, sin equivocarnos, que efectivamente ningún madrileño espera más de 30 días a que se le intervenga.

Si por algo se ha caracterizado el Gobierno de Madrid es por ser tremendamente transparente en la gestión de la lista de espera quirúrgica y buena prueba de ello es la publicación trimestral de los datos en la página web creada al efecto: www.listadeesperamadrid.org. Si realizamos un estudio pormenorizado de la evolución de los datos que se han venido difundiendo en los últimos meses, tendríamos ocasión de comprobar que desde la implantación del plan de reducción de las listas de espera, se han llevado a cabo más de 480.000 intervenciones quirúrgicas, pasando la demora máxima de 267 días a los 30 actuales.

En este proceso, en lo que al Gobierno regional se refiere, no ha habido ni contradicciones, ni matizaciones de los objetivos a conseguir ni replanteamientos de ningún tipo, como se ha llegado a publicar.

Mucho se ha hablado a lo largo de este proceso sobre el criterio de cómputo y gestión de las listas de espera por parte de la Consejería de Sanidad y Consumo. Pues bien, el sistema de cómputo no es otro que el contemplado en la normativa vigente. La orden 602/2004 se ajusta plenamente al ordenamiento jurídico y la definición de lista de espera estructural se ajusta a la establecida en el real decreto 605/2003. En dicho real decreto se establece que los pacientes en espera estructural son "aquellos que en un momento dado se encuentran en situación de ser intervenidos quirúrgicamente y cuya espera es atribuible a la organización y recursos disponibles". Los términos en los que se recoge esta definición en la orden de la Consejería de Sanidad son los mismos que en la norma nacional, por lo que no cabe manipulación posible ni los manidos "trucos contables" a los que se ha hecho referencia desde diferentes ámbitos.

Un paciente con una determinada indicación quirúrgica se encuentra en situación de ser intervenido cuando no precisa estudio preoperatorio y valoración preanestésica, o bien cuando una vez realizadas éstas no existe motivo clínico que contraindique o aconseje aplazar temporalmente la intervención. La Consejería de Sanidad entiende que sería una imprudencia considerar que los pacientes están en situación de ser intervenidos quirúrgicamente si no cuentan con el correspondiente estudio preoperatorio. Estos pacientes son calificados como "transitoriamente no programables", en tanto en cuanto su programación no es posible al no haberse finalizado los estudios diagnósticos preceptivos, incluyendo también en este capítulo los pacientes que por motivos personales solicitan un aplazamiento.

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Para cumplir el compromiso de 30 días de demora máxima, la Consejería de Sanidad y Consumo utiliza todos los recursos disponibles, incluyendo la derivación de pacientes a otros hospitales. La derivación es una herramienta de gestión para aliviar a aquellos centros que puedan presentar mayor presión asistencial y que cuentan más demora en determinadas intervenciones. Sin embargo, la Consejería de Sanidad, partiendo de la premisa de que los pacientes desean que se les opere cuanto antes, sobre su libre elección no puede actuar. No obstante, también es cierto que si se rechaza un centro de derivación, el paciente deberá aguardar en su centro de origen hasta que le corresponda según la programación prevista.

Cerca del 90% de los pacientes que rechazan la derivación esperan menos de 90 días una intervención. Son muy raros los casos que esperan más y se trata de casos particulares en que la intervención ha tenido que ser demorada repetidamente por problemas médicos y personales, por lo que no podemos aceptar que se induzca a un error a los ciudadanos cuando un medio de comunicación indica que los pacientes esperan más de un año una intervención, porque es totalmente falso que esto sea así por causas que no sean médicas o de decisión personal del paciente, en cuyo caso la espera podría ser incluso indefinida.

En definitiva, no debemos olvidar que la decisión de realizar o no todo proceso quirúrgico está a su vez íntimamente ligada en muchas ocasiones a las decisiones que adopte el propio médico o incluso el paciente, variables en las que la Consejería de Sanidad, como administración gestora, lógicamente no puede ni debe intervenir nunca. Este hecho no se debe confundir bajo ningún aspecto con algunas afirmaciones malintencionadas que hemos tenido que leer recientemente, relativas a que el Gobierno regional "margina" o "excluye" a los pacientes, o que "retrasa" las intervenciones.

La consecución de los objetivos en lista de espera quirúrgica ha conllevado un importante esfuerzo por parte de la Administración regional que no debe ser menospreciado. La Consejería de Sanidad y Consumo ha puesto en marcha un Registro de pacientes único para toda la red asistencial, se ha reforzado el horario de los quirófanos, con objeto de maximizar la utilización de los recursos propios, pasando de 850 intervenciones al día a las más de 1.100 que se hacen en estos momentos. Estos datos son reales, no admiten dudas ni errores de interpretación, y reflejan también la magnífica implicación de los profesionales del sistema sanitario de Madrid. Afortunadamente, los ciudadanos de Madrid son capaces de entender esta realidad, que lamentablemente algunos se empeñan en mantener en el debate político a costa de lo que sea.

Manuel Lamela Fernández es consejero de Sanidad y Consumo de la Comunidad de Madrid.

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