El Gobierno central destinará 800 millones a un nuevo plan de reconversión textil
El programa incluye ayudas a las jubilaciones anticipadas y para la recolocación
El Ministerio de Trabajo y los agentes sociales ultiman un nuevo plan que combina medidas sociolaborales y ayudas financieras para aliviar la crisis que el sector textil arrastra desde hace años, que se ha agravado por la invasión de productos asiáticos. Entre ayudas a las jubilaciones anticipadas y a la contratación de trabajadores del sector despedidos, y el apoyo financiero a la innovación y la concesión de créditos blandos, el Ejecutivo está dispuesto a desembolsar 800 millones en tres años. Es el último de los programas que los distintos gobiernos centrales y autónomos han elaborado para tratar de salvar el textil. Cataluña aún concentra la mitad del sector en España.
La reconversión de la industria textil española se dio por finalizada en 1986, lo que en principio significaba el cese de los beneficios financieros y fiscales que ofreció el Gobierno central.En estos 20 años, sin embargo, las campañas que las administraciones centrales y autonómicas han puesto en marcha para insuflar vida al sector textil se han multiplicado. Y la crisis ha seguido.
Es un declive con nombre y apellidos. Los cierres de las fábricas de Torcidos Ibéricos, en Puig-reig y Castellbell i el Vilar; Pasarela Textil (antigua Casacoberta), en Reus, y Preparación Textil, en Ripoll, son los coletazos más recientes de una crisis que se arrastra desde hace años y que en 2005 destruyó casi 20.000 empleos en el conjunto de España.
Para aliviar el desgaste,Trabajo ha preparado otra terapia de choque para los tres próximos años y ha accedido a facilitar las jubilaciones anticipadas en el sector. El Ejecutivo no quiere fomentar los retiros anticipados en el conjunto de la industria y por ello el último borrador del plan de apoyo al sector textil no habla de prejubilaciones, pero sí prevé una "cobertura adicional" hasta la edad de jubilación para los trabajadores de más de 55 años que pierdan su empleo en uno de tantos recortes de la industria textil y que, por su edad, difícilmente encontrarían otro empleo.
La edad límite prevista para dispensar esta cobertura es de 61 años, según el plan, y la cuantía será de un máximo de 3.000 euros por cada año hasta poder recibir la pensión por jubilación, con lo que el fondo habilitado para ello, según los sindicatos, asciende a unos 80 millones.
Trabajadores veteranos
Otra medida pactada con los sindicatos y el Consejo Intertextil -la patronal del sector- es la bonificación en las cuotas a la Seguridad Social para las empresas que mantengan en sus plantillas a trabajadores de 55 años o más, siempre que éstos tengan contrato indefinido. Las bonificaciones serán del 50% para los empleados de entre 55 y 60 años, del 60% para los de 61 y así progresivamente hasta los de 65 años, que tendrán una bonificación del 100%.
Fuentes de la patronal textil han enjuiciado positivamente los principales elementos del plan, ya que consideran que ayudan a las empresas que aún pueden sobrevivir y plantar cara al azote de las firmas asiáticas, sobre todos chinas. Además, opinan que los intrumentos planteados suavizan los ajustes laborales a los que se ven abocadas muchas empresas.
Otras, las que tienen que ampliar su plantilla, también pueden beneficiarse de bonificaciones en la cuota que se paga a la Seguridad Social si contratan de forma indefinida trabajadores del sector que hayan perdido su empleo, según recoge el documento. En total, las medidas sociolaborales tendrán una dotación de unos 200 millones, con partidas también para la formación.
Préstamos
El plan que el Gobierno y los agentes sociales firmarán en las próximas semanas también recoge una batería de medidas industriales y financieras, sobre todo para pequeñas y medianas empresas (pymes).
En esta línea, los Presupuestos Generales del Estados para 2006 establecen un mandato por el que el Instituto de Crédito Oficial (ICO) debe abrir una línea de préstamos de 600 millones entre 2006 y 2008 para financiar hasta el 70% de la inversión de las pymes en innovación. Es una partida pensada también para la industria del calzado, el mueble y el juguete, aunque los sindicatos calculan que el textil concentrará la mayor parte de los recursos.
"Creemos que falta concretar en el acuerdo cómo se van a coordinar las medidas con las comunidades autónomas, ya que muchas de ellas tienen competencias en aspectos que recoge el plan del Gobierno", sobre todo en el caso de la formación, opina el máximo responsable del textil en Comisiones Obreras, Joaquim González. La formación es, de hecho, uno de los escollos que las partes deben superar para llegar a un acuerdo
José Mesa, de la UGT, celebra la dotación presupuestaria del plan, pero recuerda: "Para que las medidas salgan adelante y den resultado es imprescindible que los empresarios también se impliquen, que no sólo hagan el esfuerzo los trabajadores y las administraciones".
El enésimo pacto del sector
El último borrador que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero discute con la patronal y los sindicatos del sector textil no descubre nada nuevo. La mayor parte de fómulas que contiene ya se han aplicado en las últimas décadas.
El primer plan de ayudas al textil se aprobó en 1981 y entonces afectaba a 7.000 empresas y 400.000 trabajadores. Lo alumbró el entonces ministro de Industria y Energía, Ignacio Bayón, de la extinta UCD, dentro del histórico decreto ley de Reconversión Industrial, y planteaba medidas fiscales y financieras (avales, créditos con interés bajo) y laborales (mejoraba las condiciones de jubilación y exoneraba de la cotización a la Seguridad Social en suspensiones temporales de empleo).
Entonces, los problemas del sector eran otros: la caída del mercado y la antigüedad del parque de maquinaria. El programa reactivó las inversiones, pero pinchó en las pequeñas y medianas empresas (pymes).
En 1985, con la administración del PSOE, se puso en marcha otro. El Plan de Promoción de Diseño y Moda para promocionar los productos de diseño tuvo una dotación de 18.000 millones de pesetas de la época.
Dos años después, el Consejo Intertextil Español y los sindicatos plantearon otro acuerdo al Gobierno con jubilaciones anticipadas, suspensiones temporales de empleo y rebaja de impuestos y de aranceles para materias primas. En Cataluña, la patronal y los sindicatos cerraron un acuerdo similar en 1989. En 1990 los agentes también arrancaron al entonces ministro de Industria, Claudio Aranzadi (PSOE), otro paquete de medidas para la competitividad, y así sucesivamente, hasta hoy.
El último programa estatal, el llamado Plan Albaida que el Ejecutivo del PP firmó en la localidad valenciana del mismo nombre, facilitó las suspensiones temporales de contratos para trabajadores de empresas en crisis.
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