El Gobierno gastó 18.600 euros en el simulacro contra la gripe aviar

El simulacro que realizó el Departamento de Agricultura y Pesca para establecer el protocolo de actuación ante la aparición de un caso de gripe aviar supuso un desembolso de 18.600 euros, según los datos facilitados por el consejero del ramo, Gonzalo Sáenz de Samaniego. El ensayo se llevó a cabo el pasado 9 de abril en una granja de Irún. Fue el primero de estas características realizado en España y su objetivo era medir la capacidad de reacción ante un brote de H5N1.

El coste económico del simulacro incluye 2.400 euros para sufragar los equipos de desinfección, otros 2.857 euros para los aparatos de sacrificio, 1.891 euros de material para la toma de muestras y 2.500 euros para realizar el cerramiento del perímetro de seguridad, entre otros gastos. La consejería adquirió 1.750 gallinas de "desvieje", es decir, destinadas a matadero, que costaron 525 euros en total.

El Gobierno asegura que se eligió una granja en el barrio irunés de Olaberria porque ésta "se iba a abandonar" y disponía de las "instalaciones adecuadas" para el mantenimiento y manejo necesario de los animales de la especie avícola de puesta, y porque "era importante no afectar al funcionamiento de una granja en su proceso productivo". Además, la granja donde se realizó el experimento permitía evaluar mejor la capacidad de respuesta de los organismos responsables en estos casos. Su distancia de los núcleos urbanos era "considerable" para "evitar alarmas innecesarias" y, por otro lado, "contaba con la total disposición del propietario para colaborar en la experiencia".

Fuera de peligro

En respuesta a una pregunta de la parlamentaria del PP María del Carmen López de Ocáriz, el Departamento de Agricultura asegura que los 18.600 euros que costó el simulacro han sido financiados por el Gobierno, que aportó el 50%, y por las tres diputaciones, con el 16,6% del total cada una. El dueño de la explotación avícola percibió una cantidad de 600 euros en concepto de alquiler.

El simulacro consistió en aparentar la aparición de una gallina infectada por la gripe aviar en la granja de Irún. En ese momento se pusieron en alerta todos los organismos implicados, entre otros, a la policía municipal de Irún y a la Ertzaintza. Las 1.750 gallinas fueron sacrificadas en un camión donde se introdujo un gas letal, y posteriormente las aves fueron transportadas para su incineración. Fue necesario acordonar un perímetro de diez kilómetros por medidas seguridad y, una vez terminada la prueba, hubo que descontaminar las instalaciones y todos los materiales empleados.

Sáenz de Samaniego aclara que la realización del simulacro se comunicó con antelación al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. El consejero afirmó tras la prueba que las 126 granjas avícolas existentes en el País Vasco, que cuentan con 2,1 millones de aves, se encuentran libres del peligro del virus aviar.