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Entrevista:NICHOLAS RANKIN | Biógrafo del periodista que informó del bombardeo de Gernika

"Cuando Steer escribió su crónica, era periodismo; pero ahora es historia"

El 26 de abril de 1937, una lluvia de bombas incendiarias arrasó Gernika. Varios corresponsales extranjeros rivalizaron por ser los primeros en dar cuenta al mundo de la noticia. Sólo uno, el británico George Steer (Suráfrica 1909-India 1944), esperó un día más para revelar un detalle fundamental: la implicación de la aviación alemana en el ataque, el primer bombardeo masivo sobre un objetivo civil. Su crónica, publicada el día 28 en The Times y The New York Times, conmocionó a la opinión pública mundial, colocó a su autor en el punto de mira de la Gestapo y sirvió de inspiración para la obra cumbre de Picasso. El escritor y periodista Nicholas Rankin (Sheffield, Inglaterra, 1950), es el autor de la única biografía sobre aquel reportero: Crónica desde Guernica; George Steer, corresponsal de guerra. Desacreditado por la propaganda franquista y alemana, Steer escribió también El árbol de Guernica, obra fundamental para el estudio de la contienda en Euskadi. Retirado del periodismo en 1940, organizó comandos de guerra psicológica que actuaron en Madagascar y Birmania. Paradójicamente, murió en un accidente de coche, en los últimos días de la gran guerra, llevando aún el reloj que el lehendakari Agirre le había regalado en Bilbao.

"Picasso estalló cuando leyó aquel reportaje. Entonces pintó aquel grito de tristeza y agonía que es el 'Guernica"
"Su información desveló el plan secreto de Hitler y dio inicio a la invención de que los vascos y los rojos quemaron Gernika"

Pregunta. ¿Por qué causó tanto impacto la crónica de Steer sobre el bombardeo?

Respuesta. Aquel reportaje se publicó en dos diarios de referencia, The Times y The New York Times, y fue traducido a periódicos de todo el mundo. Su crónica fue la mejor y la más completa. Supuso un gran choque, porque describía el ataque sobre una ciudad que se encontraba alejada de la línea del frente. Hay que tener en cuenta que en la década de los 30 había mucho temor al poder del arma aérea. Su artículo fue muy importante también por el tono que utilizó, huyendo del sensacionalismo; un texto de estilo clásico que aportaba datos y pruebas recogidas sobre el terreno y que, además, desvelaba que el ataque había sido obra de los alemanes. La repercusión de ese anuncio fue enorme, ya que probó que Alemania estaba tomando parte a favor de Franco.

P. ¿Cuál fue la repercusión internacional de aquel artículo?

R. La primera impresión en Inglaterra fue: "Nosotros también podemos morir". También provocó el enfado de Hitler, ya que desveló su plan secreto. Aquel impacto provocó también el inicio de la contrahistoria, la invención de que los propios vascos y los rojos prendieron fuego a Gernika.

P. ¿Hasta qué punto influyó también en el curso de la guerra?

R. Tuvo una gran influencia, porque Franco se dio cuenta de que si hacía algo demasiado fuerte, se podía volver contra él. La guerra de propaganda era la guerra de influir en la opinión mundial. Para ganar esa lucha tuvo que negar que fue él el autor de aquel horror.

P. También influyó en el ánimo de Picasso.

R. Por supuesto. El Guernica fue el cuadro más famoso de Picasso y una de las imágenes del siglo XX. Es cierto que pintó su cuadro después de leer el reportaje de Steer. Al leer su crónica, estalló y pintó aquel grito de tristeza y agonía. Fue una reacción a aquel texto. Hasta su color, en blanco y negro, responde al color de la noticia, del periódico.

P. ¿Hasta qué punto se implicó Steer con el bando perdedor de la guerra?

R. Se puso de su lado. Un buen reportero debe sumergirse en lo acontecimientos. George Orwell solía decir que cualquiera de los que escribían sobre la Guerra Civil escribía como un partisano. Un reportero trata de decir la verdad dentro de la línea de su diario. En aquella guerra hubo muchos partisanos entre los periodistas, personas que no podían evitar ser cercanos a los soldados a los que acompañaban cada día.

P. ¿Cómo definiría a George Steer?

R. Era un hombre apasionado, muy inteligente. Un intelectual con buen sentido del humor, mordaz y valiente. Tenía coraje para buscar la noticia en el frente ¡Fue bombardeado una treintena de veces! Creo que en cierto modo buscaba la muerte, ya que estaba muy afectado por el fallecimiento, poco tiempo antes, de su primera mujer y de su hijo.

P. ¿Por qué se sintió atraído usted por su figura?

R. Fue a raíz de un programa de radio sobre el 60 aniversario del bombardeo que dirigí en la BBC. Leí El árbol de Guernica y me impactó. Surgió una especie de simpatía por el personaje. Entonces recibí una llamada de su hijo y nos hicimos amigos. La idea original fue del historiador Paul Preston, que me animó a escribir este estudio. El 26 de abril de 2000 fui a Gerrikaitz (Vizcaya) para visitar el lugar donde todavía estaba el cráter de la bomba en la que Steer se refugió cuando fue atacado por unos aviones alemanes. Conocí a un hombre, de apellido Ibaibarriaga, que me condujo hasta el lugar. Pude contar diez pasos largos dentro de aquel agujero.

P. Setenta años después, ¿qué lecciones extrae de los hechos que ha investigado?

P. Lo más importante en la vida humana y en la historia es la búsqueda de la verdad. Steer fue un testigo de lo que pasó en Gernika y dijo la verdad sobre lo que vio. Y tuvo que mantener su opinión frente a los ataques de los demás. Por lealtad a lo que vio escribió aquel libro, que ahora es una crónica que perdurará a lo largo de los siglos. Yo vi una carta dirigida a su viuda por el Consulado Vasco en Londres en la que se le decía que, a su vuelta a Euskadi, honraría a Steer en Gernika. Ahora, 69 años después, lo hemos hecho. Y me siento honrado de haber aportado mi pequeño granito de arena en ese camino, porque era un hombre olvidado. Cuando Steer escribió su crónica, era periodismo; pero ahora es historia.

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