'El mismo amor, la misma lluvia' y 'Celos'
EL PAÍS presenta mañana, jueves, por 2,95 euros, un filme de Juan José Campanella,y el viernes, por 5,95 euros, la disección de Vicente Aranda del lado oscuro del amor
Dos películas sobre el amor, o mejor, sobre las dificultades del amor, realizadas por directores veteranos en 1999 coinciden esta semana en Cine en Español. El mismo amor, la misma lluvia, de Juan José Campanella, fue estrenada en España tras el enorme éxito de su película posterior, El hijo de la novia, mientras que Celos, de Vicente Aranda, se sitúa cronológicamente entre La mirada del otro y Juana la loca, otras dos historias de pasión y desamor, en las que Aranda es un experto cineasta.
El mismo amor, la misma lluvia obtuvo ocho premios de los críticos argentinos, incluido el de mejor película de 1999; premio en el Festival de Gramado para el actor secundario Ulises Dumont, y premios del público en Oslo y el de la juventud en Valladolid. Cuenta la historia de amor entre Jorge (Ricardo Darín) y Laura (Soledad Villamil), pero "el amor no es el único eje sobre el que ocurre la historia", como advirtió María Casanova en Cinemanía: "Están las dificultades en el trabajo y en la vida solventadas a golpe de ilusión y esperanza, y el peso del tiempo curvando espaldas, éticas y dignidades (...) y todo ello rodando sobre un sentido del humor agridulce, pero humor: es la particular caligrafía de Campanella, provocar la carcajada y la emoción en la misma secuencia y en perfecto equilibrio".
Él es "un prometedor escritor que malbarata su talento redactando cuentos románticos para un semanario de actualidad cuya redacción se erige en teatro de la vida, y de la historia, para representar los miedos, corrupciones, mezquindades y mentiras de un país flagelado por la dictadura militar, la terrible tragicomedia de la guerra de las Malvinas y el advenimiento de una democracia llena de agujeros", según resumió Lluís Bonet Mojica en La Vanguardia. A ella, "el tiempo la ha transformado en una madre conservadora a quien la seguridad económica le importa más que el amor", en palabras de Nando Salvà en El Periódico. En definitiva, como señaló Fernando Méndez-Leite en Fotogramas, "con situaciones de comedia y excelentes diálogos" y un esquema "ambicioso y arriesgado", El mismo amor, la misma lluvia "describe las trayectorias vitales de unos personajes a lo largo de los últimos 20 años de la azarosa vida argentina", gente que, como dijo Fernández-Santos, "tuvo que atravesar el estercolero político argentino y salió de él herida, pero terca y libre, gente golpeada que echa a andar de nuevo y nosotros, ya fuera del cine, en las aceras, seguimos su aventura, o desventura, arrastrados por la fuerza de sus luminosas sombras".
Celos versa sobre la relación atormentada entre un camionero (Daniel Giménez Cacho) y una empaquetadora de naranjas (Aitana Sánchez-Gijón), y sobre los celos retrospectivos que siente el protagonista por el pasado ignoto de su mujer. Celos es, en palabras de Alberto Bermejo en El Mundo, "un espectáculo áspero y descarnado, con destellos de elegancia y llamaradas de intensidad, que disecciona con rigor clínico una de las manifestaciones más oscuras y extremas de la pasión amorosa", lo que corroboró Jorge de Cominges en Fotogramas: "Celos explora los sentimientos de los personajes con mano maestra y confiriendo a la conclusión del relato un tono soberbiamente melodramático: en pocas ocasiones el cine español había abordado de forma tan seductora las devastadoras consecuencias de tan irracional impulso". Bonet Mojica en La Vanguardia sostenía que "Celos es una obra mayor que nos devuelve al mejor Aranda", y Quim Casas que "Aranda se encuentra en su salsa y consigue que sus actores también transmitan seguridad y convicción bajo la piel de los ariscos personajes que interpretan". Destacó en el reparto María Botto en el personaje de la amiga vital: fue candidata al Goya como actriz revelación y fue premiada en el Festival de Toulouse. Para la revista Cinemanía, es la actriz Aitana Sánchez-Gijón quien merecía "un capítulo aparte: nunca, y no es una frase, había conseguido una interpretación como ésta", mientras que "la espléndida dirección de Aranda alcanza momentos magníficos en una sucesión de ciclos de espirales, de escaleras de caracol... No hay duda sobre la plenitud de forma del veterano director".
Babelia
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