El padre de los Qassam
El nuevo responsable policial, acusado de ser el impulsor de los ataques con cohetes
Yamal Abu Samhadana es para los israelíes "un terrorista sin escrúpulos". Para los integristas palestinos se trata de "un activista valiente, con mucho poder en la calle, el hombre ideal para acabar con la anarquía en las calles". Samhadana, de 43 años, es uno de los hombres más poderosos en la franja de Gaza, especialmente en el sur, miembro de uno de los clanes familiares más temidos, con amplia presencia en el contrabando de armas y explosivos. Su base de acción es la ciudad fronteriza de Rafah. Antes de que estallara la segunda Intifada, pasó largos periodos en Europa y Suramérica. Fue en Cuba y Alemania donde se especializó en la preparación de explosivos. En 1994 volvió a la franja de Gaza tras los Acuerdos de Oslo y la posterior creación de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), y fue nombrado oficial de policía.
Samhadana simpatiza con Al Fatah, el movimiento de Yasir Arafat. De hecho, entró a formar parte de las milicias de este partido: los Tanzim. Pero se fue aproximando cada vez más a Hamás, un movimiento más activo en la lucha armada. Fue detenido varias veces por los organismos palestinos de seguridad bajo la acusación de "participar en las actividades integristas".
Al comienzo de la Intifada, Al Aqsa creó los llamados Comités Populares de Resistencia, basándose principalmente en milicianos desilusionados con la política de Al Fatah. En los últimos años, este grupo ha sufrido varias escisiones que no han afectado a su capacidad para atacar a Israel.
Samhadana hizo uso de su habilidad y de la fuerza de su amplia familia para imponerse en Gaza. Se le respeta, teme, envidia y, en algunos casos, se le odia. Es una de las razones por la que el Ejecutivo de Hamás quiere tenerlo a su lado para poner freno a la anarquía. Muchos de sus familiares ocupan cargos importantes en la ANP. Su hermano mayor, Sami Abu Samhadana, fue designado jefe de la Seguridad Preventiva por Arafat. Tras su muerte, el clan no ocultó su rechazo a su sucesor, Mahmud Abbas.
El nuevo jefe de la policía palestina, si no lo impide el veto presidencial, ha defendido la lucha armada como única forma de acabar con la ocupación israelí. Según un portavoz israelí, a Samhadana "se le puede considerar uno de los padres del Qassam, un cohete casero que se ha convertido en una pesadilla. Su grupo ha atacado a soldados y civiles. Para nosotros sigue siendo un terrorista".
Es consciente de que seguirá estando en el punto de mira de los helicópteros Apache israelíes. Lleva así cinco años escapando de sus misiles, algunas veces de forma milagrosa, como en 2004, cuando salió de su coche instantes antes de que se desintegrara.
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